El gobierno municipal liderado por Ada Colau ha hecho gala de transparencia y participación a lo largo de este mandato en contra de la opinión de vecinos y grupos de la oposición. Para articular sus procesos participativos, el consistorio ha utilizado de forma ininterrumpida la plataforma Decidim, un software libre en el que ha expuesto diferentes propuestas para la capital catalana.
Pese a las críticas por el uso municipal que se hace de este soporte, el Ayuntamiento ha redoblado su apuesta por este sistema mediante el otorgamiento de una subvención a dedo a la asociación encargada de su funcionamiento.
INICIATIVA
El Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde al establecimiento de un convenio con la Associació de Software Lliure Decidim, mediante el cual el consistorio otorga una subvención directa nominativa al proyecto Coordinació de la Comunitat Decidim: Nous desenvolupaments i millores de disseny.
La iniciativa que llevará a cabo el colectivo para mejorar su aplicativo ascenderá hasta los 151.200,00 euros, de los que el consistorio cubrirá los primeros 100.000 euros, lo que supone el 66,13% del importe total.
El convenio, firmado por el concejal Marc Serra, exige a la entidad beneficiaria a justificar la aplicación de los fondos municipales en un periodo que no supere los tres meses desde la finalización del proyecto, prevista para el final de 2023.
PLATAFORMA POLÉMICA
La plataforma Decidim está sumida en la polémica por el uso dado desde el consistorio barcelonés. El Ayuntamiento impulsa procesos participativos mediante este soporte, que cuenta con una escasa implicación vecinal y esta, en muchas ocasiones, resulta afín a la formación de la alcaldesa.
Otros colectivos cercanos a Barcelona en Comú también hacen uso de este sistema para realizar sus propuestas. La subvencionada Enginyeria Sense Fronteres y el colectivo Tanquem els CIE son algunas de las entidades que aprovechan el aplicativo para obtener públicamente el beneplácito municipal a sus iniciativas.
El ejemplo más sonado fue la propuesta del colectivo Prou Complicitat, que llevó a cabo una recogida digital de firmas para romper el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv. Pese a que la iniciativa llegó al pleno municipal, donde fue rechazada, los comunes se escudaron en esta proposición afín y Colau extinguió las relaciones entre ambas ciudades a golpe de decreto, incluso antes de pasar por el Consejo Municipal.
COMUNICACIÓN
Esta subvención no ha sido el único apoyo con el que ha contado la plataforma durante los últimos meses. A principios de año, el gobierno municipal aprobó la prórroga de un contrato para difundir este sistema participativo los procesos que se llevan a cabo en el mismo.
El acuerdo, válido hasta mediados de febrero del próximo año, se dirigió a los servicios de soporte a la comunicación del proyecto Decidim, Decidim.Barcelona y a la Dirección de Innovación Democrática. Para la realización de estos trabajos, Gerald Koger se hizo con una partida de 34.502,55 euros.