Jaume Collboni en el Círculo de Economía en las jornadas económicas del pasado año. Se preparaba la carrera a la alcaldía. Solo se hablaba de Barcelona. Parabienes, abrazos, ánimos. Meses después, en el mismo escenario, despedido con aplausos. Unos meses antes. Collboni en el Círculo Ecuestre, con Salvador Illa como invitado. El acto se cierra con un “ánimo Jaume”, presente en el auditorio, que pronuncia Enrique Lacalle, vicepresidente del club empresarial y prohombre de la ciudad. ¿Un año después? El ganador en votos y en concejales es Xavier Trias, aunque todavía no pueda decir que tiene asegurada la alcaldía.
¿Los socialistas? ¿Un fracaso no ganar con claridad en Barcelona o un gran mérito el de haber logrado diez concejales, con posibilidad de negociar la alcaldía, frente a Xavier Trias y Ada Colau? En la sede del PSC esa pregunta se responde rápido, al entender que se ha pasado de cuatro concejales a diez en dos mandatos, cuando la marca socialista estaba desahuciada, “arrinconada, por culpa del proceso independentista”. Pero, ¿se podía haber hecho más? La impotencia llega cuando se comprueba, por parte de los socialistas, que el PSC queda a mucha distancia de Xavier Trias en la llamada Barcelona más acomodada, la que le animaba a luchar con fuerza por la alcaldía.
Las elecciones municipales en Barcelona han dejado una ciudad dividida en dos mitades, en función de la renta. “El voto de clase ha hecho su efecto, con toda su potencia”, señalan fuentes socialistas, que tampoco se extrañan. “Siempre ha sido así, aunque ahora tal vez se expresa con mayor fuerza”.
Trias ha sido el rey en distritos como Sarrià-Sant Gervasi, con más del 40% de los votos. Y ganó en el Eixample, en Gràcia y Les Corts. En este último distrito, casi dobla los apoyos de los socialistas. Por contra, Trias quedó en quinta posición en Nou Barris. Son las dos Barcelonas, con los comunes en una zona intermedia, ganadores en Sants-Montjüic y en Ciutat Vella.
La clave, sin embargo, es el Eixample. Mientras Trias ganó con un 28% de los votos, los comunes fueron segundos con el 22% de los sufragios. En algunos barrios, el PSC quedó por debajo claramente del PP. Trias obtenía el mejor resultado en Tres Torres, con el 42,4%, Collboni presentaba su peor carta en Pedralbes, con el 10,8% de los votos. De forma opuesta, el mejor del candidato socialista fue en el barrio de Canyelles i Roquetes, con el 36,7%, y el peor resultado de Trias en Ciutat Meridiana, con el 4,1%.
¿Sorpresa? Los socialistas no se escandalizan. El voto del PSC sigue enraizado en los barrios de menor renta. Sus bases son vecinos con pocos medios. Y el efecto más transversal que se esperaba, con el trabajo de Jaume Collboni y con el llamado ‘efecto Gay’, con la incorporación como número dos de Maria Eugènia Gay, ex decana del Colegio de Abogados y ex delegada del Gobierno, no se ha producido por la propia imagen del candidato de JxCat: Xavier Trias.
SOLVENCIA RECONOCIDA, PERO...
“Es posible que con otro candidato o candidata, como era Elsa Artadi, muchos votantes de esas áreas más acomodadas de Barcelona hubieran visto en el PSC un valor refugio, pero al aparecer Trias llega un candidato ‘natural’”, aseguran las mismas fuentes socialistas. Y lo que pudiera arrastrar Trias, como candidato de un partido, JxCat “corresponsable” del proceso independentista, “se ha olvidado”. No ha tenido su efecto el 'enfado' de esa parte de la sociedad con los dirigentes independentistas, como el propio Trias en su etapa de alcalde, entre 2011 y 2015, a pesar de la parálisis económica y el peligro para la convivencia que supuso.
¿Entonces no es válido el PSC para determinadas clases sociales en Barcelona? La pregunta incomoda a los socialistas, que señalan que, en todo caso, lo que se debe hacer siempre “es mostrar la solvencia del proyecto socialista, que se reconoce y se admite”. Otra cosa es votar a un candidato socialista “cuando se tiene a mano un candidato natural como Trias”.
La dinámica de ‘echar’ a Colau fue decisiva, e hizo daño a Jaume Collboni, que ha gobernado con los comunes. Un veterano dirigente socialista señala que la decisión de salir del gobierno municipal se podía haber tomado antes, o, una vez tomada, marcar con más claridad la distancia con la dirigente de los comunes. Pero, conociendo a las bases socialistas, sus dirigentes –se reconoce-- no podían cargar con virulencia contra los comunes. Hay distancias, muchas cuestiones se ven diferentes, --urbanismo, valores postmaterialistas, movilidad—pero no hay un abismo social, como sí existe entre un vecino de Nou Barris y el votante de Trias en Tres Torres. La renta per cápita en Sarrià-Sant Gervasi es de 26.513 euros, la de Nou Barris de 12.193 euros.
SOCIO DE GOBIERNO
La crítica de los socialistas sí se formula a Ada Colau, por la forma en la que planteó la campaña electoral. Con su almuerzo con Xavier Trias, la candidata de los comunes quiso marcar distancias con el PSC y plantear un “sí o no”, un Colau o Trias, que se ha resuelto a favor de Trias, aunque sea por la mínima. A Trias “le favorecía claramente esa estrategia y la explotó”. En cambio, a Colau no le ha servido. Collboni “se coló en esa fiesta, y tiene posibilidades de ser alcalde”.
A Collboni le ha pesado su condición de socio de gobierno, con la impotencia de comprobar que los parabienes ayudan, pero a la hora de votar….
Cada uno vota al suyo.