Salvador Illa, el primer secretario del PSC, ha sido una pieza esencial en el proceso que llevó a la elección de Jaume Collboni como alcalde de Barcelona. Su determinación y apoyo al equipo de Collboni, para que intentara sumar los votos necesarios, ha sido clave. Illa señala que todas las decisiones “se tomaron en Barcelona”, y que “no se firmó ningún compromiso con nadie”. La posición de Illa es que, a pesar de las quejas y los lamentos posteriores, con el enojo de Xavier Trias, las reglas de juego “son para todos iguales”. Y lanza un mensaje claro: “Nadie tiene derecho preferente en una institución, en Barcelona tampoco”, a pesar de que valora “la trayectoria personal y política de Xavier Trias”.

Illa está concentrado ahora en varios asuntos en paralelo. La negociación para lograr la presidencia de la Diputación de Barcelona sigue su curso. Illa señala que la aproximaxión con los comunes se ha estrechado, aunque el PSC necesitará una tercera fuerza política: o bien el PP, o dos diputados provinciales de JxCat, que querían revalidar el acuerdo del anterior mandato entre los socialistas y los post-convergentes, el alcalde de Igualada, Marc Castells, y Sergi Vallès, alcalde de Torrelles de Foix. Los dos pertenecen a formaciones políticas locales, aunque en la órbita de JxCat. El otro asunto es la campaña de las elecciones generales, del 23 de julio. Illa considera que Pedro Sánchez puede ganar los comicios, y que todo dependerá “de la ultima semana de campaña, teniendo en cuenta que Catalunya será decisiva”, en la suerte final del candidato socialista.

Pero, ¿qué sucede en Barcelona? En una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la presencia de Metrópoli, Salvador Illa entiende que Collboni “ha abierto una nueva etapa, con cuatro años por delante muy esperanzadores”. Si se pretendía conseguir dos objetivos,  el final de la alcaldía de Ada Colau, y que se impidiera un alcalde independentista, esos dos los ha logrado Collboni, a juicio de Illa, que reclama que se tengan en cuenta las “reglas de juego”. Y que el candidato socialista, hoy alcalde de Barcelona, obtuvo “más apoyos que Trias”.

Salvador Illa, en la entrevista con la Cadena Cope / MA

 

En los últimos meses Illa ha sido requerido por muchos grupos sociales y económicos de la ciudad. A todos ha escuchado, según el primer secretario del PSC. Pero lo importante, a su juicio, es que “las decisiones se tomaran en clave de Barcelona, pensando en la ciudad de Barcelona”. El mundo económico, que había apostado por Xavier Trias cuando anunció su candidatura, --aunque esos sectores económicos son “plurales”—se encuentra ahora con un alcalde que necesitará socios de gobierno en pocos meses, y lo que se reclama es estabilidad.

Para Illa, “Collboni tiene cuatro años por delante, y se verá cómo queda todo y cómo se puede pactar”. Pero no hay ahora una clara determinación por parte de los socialistas. Illa, sin embargo, ha querido lanzar en la entrevista un mensaje a JxCat, al fijar su propio ejemplo personal y político: “Yo gané las elecciones al Parlament de Catalunya, y no tuve ni la oportunidad de presentar mi candidatura. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, no me dejó. Pero hemos sido capaces de aprobar unos presupuestos con ERC, a pesar de que yo gané las elecciones, y me quedé en la oposición”.
 

UN GOVERN QUE NO FUNCIONA

El dirigente socialista, por tanto, señala a JxCat para que sea capaz de pasar página, con esa idea de que nadie tiene “derecho preferente” en una determinada institución. En la negociación para la Diputación de Barcelona, no obstante, JxCat se ha desmarcado e intenta ahora un acuerdo con ERC y otras formaciones para desbancar al PSC de la presidencia, que recaerá, si los socialistas tienen éxito, en Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, en sustitución de Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet, que irá al Senado.

Salvador IIla se prepara para intentar ser presidente de la Generalitat, “sin prisa”. Lo que pretende, como ha reflejado en la entrevista, es esperar a ver cómo quedan todos los partidos tras el 23 de julio y hacer un seguimiento con ERC de los acuerdos alcanzados con motivo de la aprobación de los presupuestos de este año. Muy crítico con el presidente Pere Aragonès, “es un Govern que no funciona”, Illa no quiere acelerar, a la espera de que sea el propio Aragonès quien tome decisiones, que podrían pasar por un adelanto electoral en otoño o en la primavera del próximo año.

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