La activista Silvia Casorrán rompe con Barcelona en Comú y abandona el Ayuntamiento

La activista probicicleta Silvia Casorrán rompe con Barcelona en Comú. Casorrán, persona de confianza de Janet Sanz en el Ayuntamiento de Barcelona, ha anunciado a través de una carta que "abandona toda relación" con la formación liderada por Ada Colau tras el desgaste que supone trabajar bajo las dinámicas de la política de partidos. "Nunca antes había sentido que perdía tanto tiempo dedicando horas a una tarea que no iba a ninguna parte. Un compañero cercano me dijo: hacer política (de partidos) nos hace peores personas. Por la experiencia vivida, desgraciadamente, estoy plenamente de acuerdo. Y me veo abocada a abandonar toda relación con Barcelona en Comú. Sin duda el mejor partido que puede haber, sí, pero no es para mí", indica en la misiva.

Casorrán fue consejera del distrito de Sant Martí el mandato pasado, así como adjunta al anterior arquitecto jefe, Xavier Matilla, bajo la tenencia de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad. La activista dependía directamente de Janet Sanz, y tuvo un rol destacado en la implementación de las superillas --sobre todo en el Poblenou-- y en el proyecto de pacificación de entornos escolares Protegim les Escoles. 

Casorrán vuelve al Área Metropolitana de Barcelona (AMB), donde según consta en su currículum trabaja desde este julio en calidad de experta en movilidad sostenible. La activista ya trabajó en el ente metropolitano cinco años, antes de dar el salto al Ayuntamiento de Barcelona como responsable de la Oficina Metropolitana de la Bicicleta.

ADICTA A LAS POLÉMICAS EN TWITTER

Precisamente, mientras desempeñaba ese cargo protagonizó sonoras polémicas en redes sociales relacionadas con la movilidad. Casorrán fue muy beligerante en Twitter contra todo aquél que criticara a la bicicleta. Uno de los comentarios más desafortunados lo deslizó en 2017, durante un debate en Twitter sobre la necesidad de regular el uso de las bicicletas en Barcelona tras la muerte de la líder de Òmnium, Muriel Casals, por el atropello de un ciclista.

La activista llegó a asegurar a un internauta --que previamente se había referido al ciclista como un "asesino"-- que le "sabía muy mal por la Muriel y su familia", pero que "su imprudencia también hizo caer al ciclista...". Esta no fue la única salida de tono de Casorrán. Tras varios tuits incendiarios --que daban gasolina a los más críticos contra Ada Colau-- desde el partido se le llegó a llamar la atención para que adoptara un perfil más bajo en redes sociales.  

En su carta, Casorrán afirma que se aleja de la política profesional para dedicar su tiempo libre a las entidades, donde defenderá "libremente" sus "creencias más esenciales".