El pasado 29 de junio, el grupo municipal de Trias per BCN reclamaba al nuevo alcalde, Jaume Collboni, “que garantice que el servicio de baño adaptado en las playas comenzará, sin más demoras, el 1 de julio”. La concejala Neus Munté calificaba la situación de “lamentable” y ese mismo día visitaba la Plataforma de Accesibilidad de las Playas de Barcelona, un punto de baño asistido en la playa de Nova Icària, y del que aseguraba que todavía no funcionaba.

“La temporada de playas debía de comenzar el 1 de abril -se quejaba el concejal independentista- pero nos encontramos con que hoy, 29 de junio, las personas usuarias del servicio de baño asistido no han podido todavía utilizar la playa, ni hacer uso de su derecho a disfrutar de la playa como cualquier otra persona de la ciudad de Barcelona. El servicio no está a la altura. Hace falta más inversión económica y de personal para garantizar el derecho de todas estas personas al año. Es lamentable”.

En realidad, en ese momento, todo estaba a punto de ponerse en marcha, porque el 1 de junio, es decir, casi un mes antes, el servicio ya había sido adjudicado y solo 48 horas antes de la bronca de Neus Munté se firmaba la formalización del contrato entre Francesc Jiménez, gerente del Institut Municipal de Parcs i Jardins, y Jaime Francisco Calzado, representante de la empresa Ilunion Outsourcing. El propio contrato preveía que entraría en vigor “al día siguiente al de la firma”, es decir, el 28 de junio, y tendría una duración de cinco meses.

SERVICIO A MILES DE PERSONAS

Ilunion es una compañía que integra la ONCE, que tiene una larga trayectoria en servicios sociales. En realidad, el grupo Ilunion es la consolidación del grupo social de la entidad citada. Este emporio tiene una plantilla de 23.000 trabajadores, de los que el 45% son personas con discapacidad.

Agentes del Grupo de Playas / AJ BCN

El monto del contrato es de 353.380 euros, una cifra que se consume con los miles de servicios que se dan anualmente en este ámbito: en 2022, se ayudó a 7.817 personas a bañarse en las playas de Barcelona y se dieron 39.611 asistencias. Según el consistorio, “la accesibilidad a las playas va más allá de los puntos concretos de apoyo al baño para personas con discapacidad: se convierte en una característica que define el planteamiento del conjunto de las playas, integrado en la globalidad del medio y sus interacciones.

Las playas accesibles facilitan el acceso y el disfrute a todos los usuarios y usuarias y en especial aquellos que tienen alguna limitación en su movilidad. Disponen de reservas de aparcamientos con itinerarios accesibles hasta la playa seca, señalización e información visual y táctil, lavabos adaptados y pasarelas de madera que llegan lo más cerca posible del agua”.

TRES PUNTOS DE ACCESO

Las playas de Barcelona tienen una longitud de cinco kilómetros y una superficie de unos 200.000 metros cuadrados. En el litoral, esa línea arenosa se divide en 9 playas: Sant Sebastià i Sant Miquel, Barcelona, Somorrostro, Nova Icària, Bogatell, Mar Bella, Nova Mar Bella, Llevant y la zona de baños del Fòrum. En una temporada normal, estas playas reciben entre 4 y 5 millones de visitantes al año.

Los puntos de acceso de personas con discapacidad, no obstante, son solo tres: están ubicados en Sant Miquel, Nova Icària y el Fòrum. En todas ellas hay vestidores y lavabos adaptados, además de pérgolas de sombra, pasarelas y duchas. En el Fórum se dispone, además, de sillas hidráulicas de acceso al agua. En cada uno de los puntos trabajan un técnico y un equipo de entre 2 y 4 monitores en función del horario. El servicio se presta cada día entre las 10.30 de la mañana y las 19.30 horas hasta el 11 de septiembre. A partir de esa jornada, el horario se recorta una hora por la tarde y acabará a las 18.30 horas.

EL DESPISTE DEL CONCEJAL

Un informe interno del Ayuntamiento explica que “se trata de un servicio dirigido a personas que tienen movilidad reducida y que necesitan ayuda personal y técnica para poder acceder al agua”. Este documento destaca que las playas son “uno de los espacios de ocio más grandes de la ciudad y presenta una elevada densidad demográfica y urbana. Al mismo tiempo, concentra buena parte de la actividad económica de la ciudad y comprende espacios de elevado valor ambiental y paisajístico”.

Playa de Castelldefels / AMB

El Ayuntamiento inició la licitación del servicio a mediados del pasado mes de enero, pero ninguna empresa se presentó al concurso. En aquel momento, el máximo responsable político de Parcs i Jardins era el entonces concejal Eloi Badia, que presidía el Institut Miunicipal debido a su cargo de concejal responsable del área de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento.

Debido a esa circunstancia, el consistorio se encontró con que el día 24 de marzo no tenía a quién adjudicar el servicio, dado que la única empresa que se había interesado presentó la documentación fuera de plazo. En ese momento, y dado que el servicio tenía que comenzar a funcionar el 1 de abril, saltaron todas las alarmas y la única solución fue acometer un procedimiento de contratación negociado sin publicidad y por la vía de “imperiosa urgencia”, conforma señala un documento interno del propio Ayuntamiento.

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