Un juez ha archivado provisionalmente la denuncia presentada por el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, en la que instaba a investigar la presunta inacción del consistorio y del Departamento de Interior contra los okupas de La Bonanova.

En un auto, el juzgado ha alegado que no ha quedado suficientemente justificado que los hechos expuestos por el concejal pudieran ser susceptibles de ser punibles, según ha avanzado Efe.

DENUNCIA

La denuncia presentada por el edil sostenía que la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra no actuaron ante supuestos hechos violentos que llevaron a cabo los okupas de El Kubo el pasado 23 de marzo y días anteriores, cuando estaba previsto un desalojo por orden judicial que no llegó a producirse. El escrito apuntaba que, días antes de la fecha del desalojo previsto para El Kubo, los ocupantes de la finca sustrajeron material del Ayuntamiento y de mercantiles privadas para evitar su desahucio, que usaron "para la construcción de barricadas".

Sirera pidió que se depuraran responsabilidades, después de saberse "por diversas fuentes abiertas periodísticas" que "Jaume Collboni, a través del Área de Seguridad del Ayuntamiento", y la entonces alcaldesa, Ada Colau, "habían dado órdenes expresas de no actuar" ante los hechos denunciados.

La denuncia mencionaba que, el día del lanzamiento fallido de El Kubo, un medio de comunicación explicaba la suspensión del mismo e "incorporaba un video en el que puede observarse cómo un sujeto no identificado dispara un arma", que identificaba como de "balines, desde el interior de dicha finca" hacia la calle. El escrito también instaba a que se llevaran a cabo "las investigaciones oportunas, y de ser ciertos los hechos denunciados, identifique a los responsables de los mismos, incoando el correspondiente procedimiento" que "determine su responsabilidad y, en su caso, proceda a la apertura de juicio oral".

DESALOJO DE LA RUÏNA

El juzgado ha fijado para el próximo 30 de noviembre el desalojo de 'La Ruïna', la segunda casa okupa de la plaza de la Bonanova, donde permanecen diversos okupas conflictivos.

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