Temores y esperanzas de JxCat por el acercamiento de Trias con Collboni en Barcelona

Es un paso necesario, aunque cueste, porque las elecciones las ganó Xavier Trias. El veterano dirigente convergente ya deja en manos de Jaume Collboni, el alcalde socialista de Barcelona, el acuerdo de gobierno, aunque las negociaciones, con la intensidad adecuada, todavía no se han iniciado. Hay temores y esperanzas en el partido por esa aproximación. Ha habido recelos y algunos miembros del grupo municipal los expresan con claridad: la llamada sociovergencia “siempre se pide, pero nunca se ha dado”. Pero el hecho es que buena parte del grupo de Junts en Barcelona cree que se puede gobernar la ciudad con el PSC y, con ello, iniciar una nueva etapa que puede pasar, incluso, por un acercamiento a los socialistas también en el Parlament si Salvador Illa gana los comicios autonómicos.

Xavier Trias, con insistencia, ha ido creando un clima que propicie ese pacto, consciente de que el partido de Carles Puigdemont vive una división interna complicada, que se ha expresado en el Parlament con los diputados que se han enfrentado a Aurora Madaula, la vicepresidenta de la Mesa de la cámara catalana. Madaula, afín a Laura Borràs, presidenta de Junts, no es una anécdota. La misma corriente, radical, más proclive a ver en Junts un movimiento y no tanto un partido organizado y con voluntad de gobernar en las instituciones, tiene partidarios en Barcelona, en determinados distritos, como Ciutat Vella o Les Corts. Por ello, un acuerdo que permitiera a Junts gobernar en Barcelona podría suponer una especie de ‘reset’, comenzar de nuevo, con el sello de la vieja Convergència, aunque todo haya cambiado en los últimos diez años.

"VAN A POR NOSOTROS"

Un afín a Madaula y Borràs, que trabaja como asesor del grupo de Junts en el Parlament, lo exponía telefónicamente con otro miembro de la misma corriente. “Van a por nosotros, está claro, aunque ahora se pueda establecer una cierta tregua, porque han visto que es todo demasiado descarado”. Se refería a la carga frontal de un grupo de diputados contra Madaula, lo que, en el fondo, supone un proceso para que Borràs y los suyos vayan tomando un camino de despedida, de dejar ya de actuar por libre. La palabra de Carles Puigdemont siempre será determinante, admiten las fuentes consultadas, pero el expresidente de la Generalitat tiene decidido, cuando se aplique la amnistía pactada con el Gobierno de Pedro Sánchez, seguir su carrera como eurodiputado en Bruselas.

Jordi Martí, Xavier Trias y Ramon Tremosa, en el Ayuntamiento de Barcelona METRÓPOLI

Eso lo sabe el grupo municipal que lidera Xavier Trias. El partido ha establecido ya dos líneas de trabajo con los socialistas, una para analizar todo lo que pueden tener en común, con los programas municipales en la mano, y otra para estudiar de forma concreta los presupuestos. En este caso, las conversaciones se han dejado en manos de Jordi Valls y Ramon Tremosa, los dos responsables de Economía del PSC y de Junts en el consistorio.

Las negociaciones, con la voluntad de llegar hasta el final, pase lo que pase, todavía no se han iniciado como tales, pero las directrices están dadas: se intentará, dejando las dudas iniciales en un rincón. El grupo municipal de Junts está “cohesionado”. De hecho, sus integrantes los eligió Trias, pensando en que podía tener al alcance el gobierno de la ciudad. Pero hay algunas voces que no lo tienen todo tan claro, como la de Josep Rius, un fiel colaborador en los últimos años de Carles Puigdemont. También lo es Ramon Tremosa, pero éste quiere probar hasta qué punto el PSC puede llegar a acuerdos, con la petición de una rebaja del IBI entre sus primeras exigencias.

ESTELA CONVERGENTE

La decisión está en manos de Collboni, insisten las fuentes de Junts, con la posibilidad, muy real, de que el PSC opte por un acuerdo con los comunes, cuando compruebe los nuevos liderazgos en el grupo municipal tras la salida de Jordi Martí y la probable de Ada Colau. Con los comunes sin su gran referencia, y con Esquerra Republicana sin Ernest Maragall –con muchos reproches cruzados con su exfamilia política—el PSC podría tener un camino más allanado que con Junts per Catalunya. Fuentes de los dos partidos señalan el mismo punto: “en el consejo de gobierno el partido de Trias tendría once votos, por los diez del PSC, con Collboni de alcalde, algo que no tiene precedentes”. Ese asunto se podría “acordar”, para que los dos partidos tuvieran paridad, pero para Collboni sigue siendo incómodo.

El líder de Junts en Barcelona, Xavier Trias EUROPA PRESS

La cuestión es que, más allá de los intereses que se juegan en la ciudad de Barcelona, para Junts comienza a ser una cuestión vital. La entrada en el gobierno municipal se plantea ya como un ser o no ser, con el objetivo de ir dejando atrás a aquellos dirigentes que se sumaron a un proyecto político como “aventureros”, como “activistas”. En la federación de Barcelona de JxCat la batalla ya se produjo, aunque no se ha cerrado del todo. Las elecciones internas las ganó Joan Rodríguez, actual concejal, por delante de Iván Condés, el protegido de Laura Borràs, que era el consejero del distrito de Les Corts y coordinador de la agrupación local del partido en el mismo distrito, y donde todavía se agitan las brasas.

El pulso se mantiene. Borràs es la presidenta de JxCat, mientras que Josep Rius, concejal en Barcelona, es el vicepresidente y portavoz adjunto del grupo en el Parlament. Madaula es vicepresidenta de Junts. Y Jordi Turull, como secretario general, ha intentado lidiar entre las diversas corrientes, con David Saldoni como mano derecha, en calidad de adjunto al secretario general. Por eso, si el grupo municipal que sigue a Trias, con Jordi Martí Galbis como futuro sucesor cuando Trias se vaya a casa, acaba gobernando con el PSC, se abre un camino muy concreto para JxCat, siguiendo la estela de Convergència, pese a todas las diferencias actuales.