El PSC se fija ahora en ERC para un acuerdo en el gobierno de Barcelona

La frase se repite en las últimas semanas. Distintos dirigentes, los que llevan el día a día en determinadas trincheras en el consistorio, lanzan una pregunta retórica: “¿Y un pacto con Esquerra Republicana?” La salida de Ernest Maragall, como líder del grupo municipal de los republicanos, que se hará efectiva en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona de ese viernes, puede allanar el camino, que corre en paralelo al estudio pormenorizado del alcalde Jaume Collboni sobre sus preferencias entre los comunes o Junts per Catalunya, el partido de Xavier Trias. Los republicanos aparecen como los ‘tapados’ para poder, precisamente, gobernar con los votos que faltarían o bien con los comunes o bien con JxCat, evitando una pinza contra los socialistas.

Lo que parece como algo rebuscado cobra cuerpo con los comentarios y aseveraciones de los propios interesados. Fuentes socialistas señalan que en el día a día, en cuestiones delicadas, las posibilidades de acuerdo con los cinco concejales de Esquerra son reales. Más allá de la retórica de los respectivos portavoces en el consistorio, las políticas concretas “no se alejan demasiado”. Ernest Maragall deja el grupo municipal, y el relevo lo ha tomado Elisenda Alamany, aunque los republicanos han quedado divididos tras las elecciones en la federación de Barcelona. El inconveniente, pero también la ventaja de ERC es, precisamente, que el PSC no tendría suficiente con sus cinco concejales.

El líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, junto a la número 2 del grupo municipal, Elisenda Alamany EUROPA PRESS

¿Cómo? Jaume Collboni dispone de diez regidores, por los 11 de Xavier Trias, que ganó las elecciones, y los nueve de los comunes. ERC dispone de cinco. En el caso de acuerdo con los republicanos, Collboni contaría con 15 concejales, lejos todavía de los 21 que marca la mayoría absoluta. Pero con ERC apoyando el gobierno municipal, ni comunes ni JxCat ejercerían una oposición total contra Collboni. Es lo que aseguran las fuentes consultadas en el Ayuntamiento, que no pueden dejar de señalar el otro gran reto: la gobernabilidad en el Parlament de Catalunya, donde el gobierno que preside el republicano Pere Aragonès negocia con el PSC la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para 2024, seguramente los últimos presupuestos antes de que se convoquen elecciones autonómicas. Contando con ERC, "se podría llegar a acuerdos con JxCat, o con los comunes, en función de cada cuestión concreta", se insiste desde el consistorio.

HORIZONTE DE BARCELONA

Los intereses de las dos fuerzas políticas comienzan a confluir, una vez se ha disipado el ‘efecto Maragall’, que mantiene una dura crítica al gobierno de Collboni, por cuestiones estrictamente políticas, pero también con una inercia personal complicada, teniendo en cuenta el portazo que Ernest Maragall dio en su día a su partido de siempre, el PSC. El problema que los socialistas también tienen interiorizado es que ERC no tiene un horizonte clarificado en Barcelona, sin un líder claro que pueda perfilarse, desde ahora mismo, como el próximo o la próxima candidata a la alcaldía de Barcelona, dado que Elisenda Alamany se considera hoy una líder del grupo municipal provisional. Las elecciones para elegir al presidente de la Federación de ERC en Barcelona estuvieron muy divididas, con el triunfo de Eva Baró –la candidata de Oriol Junqueras— por la mínima, con 365 votos, por los 342 sufragios de Patrícia Gomà, que lideraba la oposición a la línea oficial.

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona Kike Rincón Europa Press

La presión a Jaume Collboni se incrementa. Los posibles socios buscan que el PSC se mueva cuanto antes. Y eso ha dado pie a una imagen poco común. JxCat, ERC y los comunes se han unido en los últimos días para denunciar la política de Collboni en el Besòs, señalando que “parece que se ha parado” un proyecto social crucial: la rehabilitación de 1.300 viviendas en el Besòs que se encuentran en una precaria situación. Tres concejales, Damià Calvet (JxCat), Janet Sanz (comunes), y Jordi Coronas (ERC) han pedido explicaciones al alcalde Collboni, y han pedido que se convoque una comisión extraordinaria para tratar la cuestión. Lo que denuncian es que, además, están en riesgo 51 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation, que se deben utilizar antes de 2026.

La maniobra es ilustrativa. Hay presión porque se quiere hacer ver a Collboni que no puede actuar por mucho más tiempo con diez concejales. El PSC sigue esperando, aunque el alcalde ha asegurado que para antes de la primavera ya se debería llegar a un acuerdo cerrado con algún socio de gobierno. Y entre JxCat y comunes, se ha colado Esquerra, que ahora se mira, por parte de los socialistas, con otros ojos.