Hay un principio básico en toda negociación. Siempre se puede romper, pero si los contactos son continuos, si las negociaciones se mantienen, es probable que el acuerdo se produzca en un tiempo prudencial. El grupo de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona confía en esa idea, después de comprobar que en las últimas semanas se han intensificado esas conversaciones con el PSC, con el equipo del alcalde Jaume Collboni. Pese a ello, falta lo más importante: la concreción de nombres, las áreas de gobierno respectivas. Y eso, por ahora, está lejos de hilvanarse. 

El PSC y Junts establecieron hace un par de meses dos comisiones de negociación, como señaló Metrópoli. Una centrada en el organigrama municipal, en el programa de gobierno y otra en los presupuestos. Era la forma para avanzar en cuestiones concretas, aunque se planteó como una exploración, como una posibilidad, a la que se acogió más el partido de Xavier Trias que el PSC, que quiere calibrar todas las ventajas e inconvenientes de ese posible acuerdo municipal. 

Jaume Collboni y Xavier Trias EUROPA PRESS

En las últimas semanas fuentes de JxCat señalan que esas conversaciones se han "intensificado", que han tomado una nueva velocidad, con un horizonte concreto que ha marcado el propio alcalde Jaume Collboni. Antes de la primavera, y eso quiere decir antes de abril, o durante el mes de abril, el alcalde quiere tener aprobados unos presupuestos y eso implica una gobierno de coalición

LA POSICIÓN DEL PSC DE BCN

Los socialistas quisieran gobernar en solitario todo el tiempo posible, y mirar de reojo lo que sucede en el Parlament de Catalunya, donde el gobierno del republicano Pere Aragonès desea pactar los presupuestos de la Generalitat con el PSC. Pero el tiempo no es eterno. Y en Barcelona el propio grupo municipal del PSC entiende que no se puede gobernar con diez concejales. La necesidad de cubrir todas las comisiones, de estar presente en los consejos de distrito, de formar parte de los consejos de las empresas públicas del Ayuntamiento ha comenzado a pasar factura. "No se llega a todo", se admite. Y, de hecho, planea una sensación de provisionalidad, sabiendo que en el algún momento entrará en el gobierno municipal otro partido. En el día a día, las políticas del ejecutivo de Collboni están cerca de lo que pide JxCat, pero hay otros criterios que el PSC valora, como la propia posición del partido en Barcelona, de la Federación del PSC de Barcelona, que, pese a las diferencias y peleas, quiere un acuerdo con los comunes.

Jordi Martí, Xavier Trias y Ramon Tremosa, en el Ayuntamiento de Barcelona METRÓPOLI

Esa es la tesitura en la que se maneja el PSC, que, pese a todo, avanza más en las negociaciones con el partido de Trias que con comunes o con Esquerra Republicana, un partido en el que se ha fijado últimamente como posible solución para la gobernabilidad de Barcelona. En el caso de JxCat hay, también, incógnitas que no están resueltas. Xavier Trias ha señalado en numerosas ocasiones que su hombre en el Ayuntamiento de Barcelona, cuando él decida volver a casa, es Jordi Martí. Es un concejal con amplia experiencia en el Ayuntamiento y que --eso es en muchas ocasiones lo más importante-- desea encabezar el grupo municipal. Pero no es una decisión totalmente consensuada en el partido, pese a la voz autorizada de Xavier Trias. La cuestión es que JxCat debería proponer, desde ahora mismo, una cara visible que pudiera ser vista como el candidato o candidata a las elecciones, como un futuro alcaldable o futura alcaldable. Y en esa tesitura surgen otros nombres como Victòria Alsina, la preferida de Carles Puigdemont

Eso es determinante en dos situaciones: si JxCat se queda en la oposición, con la necesidad de protagonizar un discurso alternativo y contundente frente a los socialistas, o si entra en el gobierno de coalición. En ese último caso deberá ofrecer una pieza que sea el o la teniente de alcalde de Jaume Collboni, que pueda entenderse con él, y que sea complementario. Los socialistas tienen mucho que decir en ese caso. Y los perfiles, dentro del grupo de JxCat, son muy distintos: no es lo mismo Ramon Tremosa que Damià Calvet, no es lo mismo Jordi Martí que Victòria Alsina, o Neus Munté --que coincidió con Collboni en sus tiempos juveniles en la UGT-- que Josep Rius, ex jefe de gabinete de Puigdemont. 

Neus Munté, concejal de JxCat en Barcelona / EFE

Trias confeccionó una lista electoral "pensada para gobernar", con ex consejeros de la Generalitat y hombres fuertes de Puigdemont, una amalgama que pretendía abarcar todo el universo convergente y post-convergente independentista. Y el PSC pide ahora un perfil concreto de JxCat, un equipo que sintonice con los socialistas para gobernar Barcelona. 

La cuestión es que los dos partidos están, precisamente, en esa negociación. En Junts per Catalunya no son excesivamente optimistas. Consideran que el PSC, por diversas razones, "se inclinará por los comunes". Pero en el intento no fallarán, mientras que los socialistas siguen sin descartar nada, con la mirada, últimamente, puesta en Esquerra Republicana.