Jaume Collboni tiene un objetivo claro: aprobar los presupuestos de Barcelona para 2024. El alcalde movió ficha y anunció que someterá de nuevo a votación las cuentas municipales. ¿El problema? Gobierna en minoría, por lo que deberá recibir el apoyo de otros partidos. Tiene puesto el ojo en Esquerra Republicana y Barcelona en Comú, cruciales en la votación y en las negociaciones para entrar en el gobierno municipal. Pero todavía no hay un pacto cerrado y es necesario aprobar los presupuestos para tirar adelante los grandes proyectos de Barcelona. En caso de que la votación no salga adelante, Collboni deberá hacer malabares para financiar los proyectos con los presupuestos prorrogados, ya que supondrá una pérdida de 715 millones de euros destinados a inversiones.
Las políticas de Servicios Sociales y Promoción Social son las grandes favorecidas en los presupuestos para 2024, con 438,7 millones de euros de gasto corriente. Sin embargo, una posible prórroga presupuestaria "dificultaría los proyectos pactados", en palabras del teniente de Economía, Jordi Valls. Con grandes obras en infraestructuras o movilidad ya proyectadas --como la cobertura de la ronda de Dalt, la reforma de la Rambla, el Nuevo Port Olímpic o la estación de la Sagrera, las políticas sociales podrían ser las primeras señaladas en 2024.
El Pla de Barris, un proyecto con poco recorrido
El Pla de Barris podría recibir el mayor castigo, pese a la inversión prevista de 30 millones de euros. Nacido en 2016 como una iniciativa para reducir las desigualdades en los barrios más desfavorecidos de la ciudad, es un proyecto sin compromiso sellado, ya que está pendiente la concreción del plan para el periodo 2024-2027. El Pla de Barris desarrolla proyectos que proceden de reivindicaciones vecinales, pero con un escaso impacto mediático, como puede ser la urbanización de una plaza o la edificación de un centro cívico.
Climatizar las escuelas, un plan de futuro
Otro de los proyectos para este año es la climatización de las escuelas. Con una importante inversión de 13,6 millones de euros en 2024, incluye un conjunto de medidas destinadas a acondicionar los centros públicos mediante la instalación de placas solares. El Ayuntamiento establece que el proyecto se llevará a cabo en un plazo de seis años (2024-2029), lo que evidencia que no se trata de un proyecto urgente para este 2024 que los socialistas quieren condicionar a un segundo mandato.
Viviendas sociales, una baza electoral
Entre las políticas sociales con mayor partida presupuestaria está la vivienda. Collboni es consciente de que uno de los principales problemas es la falta de pisos sociales en Barcelona. Una situación de "absoluto colapso" como herencia del anterior mandato de los comunes. Con una inversión de 153 millones de euros para la construcción de vivienda social y generación de suelo urbano, el Ayuntamiento tiene proyectados 1.000 pisos, aunque en última instancia la competencia en vivienda social la tiene la Generalitat. La cuestión de vivienda es una de las principales bazas electorales y, en caso de que no se cumplan las perspectivas en este 2024, puede servir de argumento para pedir la aprobación de futuros presupuestos y continuar con el proyecto en el siguiente mandato.
Obras "fundamentales" en Barcelona
Los proyectos que no se verán afectados por una prórroga de las cuentas municipales son aquellos que, o bien están en marcha, o bien cuentan con una partida presupuestaria relativamente baja. Es el caso de la cobertura de la ronda de Dalt y la reforma de la Rambla, unas obras con las que Collboni quiere satisfacer unas reivindicaciones vecinales que marquen el fin de la inacción de BComú.
Con una inversión de seis millones para 2024, la cobertura de la ronda es un pacto de ciudad, un compromiso de Collboni con los ciudadanos. Con los socialistas en el gobierno municipal, el proyecto ha cogido una velocidad reivindicada por los residentes de Horta-Guinardó.
Para la reforma de La Rambla, el Ayuntamiento prevé ocho millones este año. Es otra de las grandes obras del mandato socialista. Este compromiso se hizo patente con el recorte de los plazos del proyecto, una promesa de Collboni en campaña electoral y que el alcalde ha cumplido. El objetivo del Ayuntamiento es terminar los trabajos en 2027, cuando terminará el mandato.
Collboni entiende que ambos proyectos son "fundamentales" para la ciudad en los próximos años y que deberán marcar su mandato.
Inversiones en políticas de proximidad
Del total de 777 millones de euros en inversión prevista del Ayuntamiento, 112,4 millones están asegurados. Se repartirán en políticas de proximidad destinadas a los distritos. Con 14 millones de euros, prevé compensar el recorte presupuestario del Pla de Barris. Además, también se destinarán 30 millones de euros en alojamientos de emergencia social, alimentos para familias vulnerables y políticas contra la desigualdad, que es uno de los objetivos del plan.
Ante el preocupante episodio de sequía, el gobierno de Collboni invertirá 14,4 millones de euros para aumentar el uso de agua freática en los servicios municipales, sobre todo para el riego de árboles y jardines.
Mantener la limpieza y el Pla Endreça
Uno de los planes estrella del gobierno municipal es el Pla Endreça, con el que se pretende poner orden en el espacio público, insistiendo en la limpieza, el mantenimiento del inmobiliario urbano y las actuaciones de control y reducción de conductas incívicas. El presupuesto total es de 30 millones destinados al mantenimiento del espacio público, además del despliegue del 100% de la nueva contrata de limpieza y de la incorporación de 125 agentes de la Guardia Urbana y 60 de Bomberos de Barcelona.
Los 24 millones de inversión restantes se destinarán a la sostenibilidad turística (19 millones), a garantizar 92 profesionales psicosociales a 74 centros educativos (tres millones) y a la investigación e innovación (dos millones).
Cuestión de confianza, el comodín de Collboni
La intención de Collboni es aprobar las cuentas municipales en la Comisión de Economía extraordinaria el martes día 20. Si el gobierno no consigue los apoyos suficientes, el alcalde socialista utilizará su último comodín: la cuestión de confianza, una ficha que utilizó Xavier Trias en 2014 y Ada Colau en 2017 y 2018.
En el momento que se haga efectivo, los grupos de la oposición deberán presentar un nuevo candidato a liderar el Ayuntamiento. No obstante, las posibilidades de que se cumpla son remotas, ya que conllevaría un pacto entre Junts, comunes y PP. Si no hay una alternativa, los presupuestos de Collboni se aprobarían automáticamente.
Un presupuesto "ambicioso"
El presupuesto para 2024, presentado este jueves 15 de febrero por el teniente de Economía Jordi Valls, son "los más elevados de su historia y muy ambicioso". Con 3.807 millones de euros, el equipo de Collboni prevé una inversión de 944 millones de euros, de los cuales 777,6 millones son del propio Ayuntamiento y el resto de las empresas Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) y el Institut de l'Habitatge i Rehabilitació de Barcelona, y otras entidades.