La mano negra de Colau complica la gobernabilidad en Cataluña y en Barcelona
La voluntad de los comunes de gobernar en coalición con el PSC, con Colau de primera teniente de alcalde, ha chocado con el 'no' de Collboni, y la reacción ha sido el rechazo a los presupuestos de Aragonès
13 marzo, 2024 23:20Mediados de enero de 2024. Ada Colau anuncia su disposición a seguir en el Ayuntamiento de Barcelona “en el cargo que sea”. En ese momento las estrategias de los partidos municipales deben rehacerse. La mano negra de Ada Colau complica la gobernación de Cataluña y de Barcelona, porque, aunque se diga una y otra vez que “las carpetas están separadas”, todo está relacionado, y un posible tripartito de izquierdas en el Ayuntamiento de Barcelona iba a facilitar los presupuestos en el Parlament de Cataluña. Pero la ‘pieza’ Colau impide que el PSC asuma un gobierno de coalición en Barcelona con los comunes y con Esquerra Republicana. ¿Reacción? No hay presupuestos en Cataluña, por la negativa de los comunes a secundarlos y el presidente Pere Aragonès ha convocado elecciones para el 12 de mayo.
Esa ha sido la consecuencia de la posición de Ada Colau, y de la dirección de los comunes, que, aunque con un cierto malestar latente, no ha reprochado nada a la exalcaldesa de Barcelona. La exalcaldesa logró soldar la autonomía de los comunes, dentro del conglomerado que es Sumar, la formación que puso en pie Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno. Colau, junto con Jessica Albiach, la líder de Cataluña en Comú en el Parlament, ha seguido de cerca las negociaciones con ERC en el Parlament. Y su negativa a secundar los presupuestos ha sido total. Es, además, la cara más pública de su formación.
El PSC, una vez Colau había manifestado su predisposición a seguir en el Ayuntamiento y con la posibilidad de repetir como candidata a la alcaldía, ha entendido que no podía formar un gobierno de coalición en Barcelona en el que ella fuera primera teniente de alcalde. La apuesta del alcalde Jaume Collboni ha sido la de acercarse a Esquerra Republicana, y buscar apoyos o bien con los comunes o con JxCat, apelando a la "responsabilidad". Ahora, eso deberá esperar. "Todo depende de las elecciones al Parlament, donde se volverán a entregar nuevas cartas", señalan fuentes socialistas, con la idea de esperar, y ver qué socios se pueden presentar a partir del mes de junio.
¿Y mientras? Collboni se aferra al pleno del 22 de marzo, donde se deberán votar los presupuestos municipales. En juego están 770 millones de euros destinados a inversión. El alcalde ha señalado que espera "por responsabilidad" que los aprueben los comunes o JxCat, una vez ya ha llegado a un acuerdo con Esquerra Republicana. Pero ahora, con la convocatoria electoral al Parlament todo eso queda invalidado. Ni comunes ni JxCat moverán un dedo a favor de esas cuentas el 22 de marzo.
Queda el instrumento del que dispone todo alcalde: la moción de confianza. El consistorio ha habilitado el 28 de marzo para un pleno extraordinario, con la idea de votar esa moción de confianza, que, sin una alternativa a la alcaldía de Collboni, permitiría la aprobación inmediata de las nuevas cuentas. Eso sucederá en un mes, a partir de la fecha del 28 de marzo. Sin una mayoría alternativa, que ponga sobre la mesa un nuevo alcalde, Collboni podrá seguir adelante con las cuentas de 2024 aprobadas.
Los comunes eran conscientes de esa posibilidad y han jugado a fondo, con su 'no' rotundo a las cuentas del republicano Pere Aragonès en el Parlament. Con las nuevas elecciones, Ada Colau cree que puede tener una nueva oportunidad, si el candidato del PSC, Salvador Illa, necesita para ser presidente de la Generalitat los votos de los comunes. La mirada hacia el otro lado de la Plaza Sant Jaume será inmediata.
Los socialistas, sin embargo, se lo quieren tomar con calma. Con la moción de confianza dispondrán de presupuestos y podrán seguir en solitario, aunque con un evidente cansancio, porque los diez concejales se ven como "insuficientes" para llegar a todos los recovecos que implica gobernar una ciudad como Barcelona, desde los consejos de distrito hasta las empresas municipales. Pero se analizará el nuevo equilibrio de fuerzas que quede en el Parlament para elegir a un posible socio de gobierno en el Ayuntamiento. Eso podría llegar, se calcula, "a partir de mediados de junio", porque no se buscará un acuerdo antes de conocer, también, los resultados de las elecciones europeas del 9 de junio.
El deseo de gobernar Barcelona
Para los comunes la pieza de Ada Colau es esencial, porque ha sido su gran referente en los últimos años con ella como alcaldesa de Barcelona. Pero también puede suponer un gran obstáculo. Con Colau en otra administración, o con otro destino profesional, los comunes hubieran tenido la puerta abierta en un gobierno con Collboni y con Esquerra Republicana. Y Pere Aragonès dispondría de presupuestos en el Parlament para agotar la legislatura tras la primera negociación con el PSC, que secundó las cuentas. Los comunes han insisitido en que el gran problema era el proyecto del Hard Rock --en Tarragona--, que Aragonès no puede parar, porque sigue un proceso administrativo que él mismo avaló en su etapa como consejero de Economía de la Generalitat. Ese era el argumento de los socialistas para insistir en que debía haber un compromiso de la Generalitat sobre el proyecto, aunque no se fijara negro sobre blanco en el presupuesto de 2024. Sin embargo, la cuestión central para los comunes era otra: el deseo de gobernar en Barcelona, con Ada Colau en el mismo ejecutivo que Collboni.
Esa negativa a 'dar un paso al lado' por parte de Colau ha llevado ahora a un bloqueo en la gobernación de las dos instituciones, al frente de la Generalitat y de Barcelona. El resultado es que todo se pospone hasta conocer los resultados de las elecciones del 12 de mayo.
Uno de los que ha visto que eso podía suceder es Xavier Trias, el jefe de filas de JxCat en Barcelona, que, lejos de irse a su casa como prometió si no alcanzaba la vara de alcalde, ha querido esperar. En su conferencia del pasado lunes, Trias señaló que esperará para dar "un abrazo" a los dirigentes que vuelvan del extranjero, de Bruselas, gracias a la Ley de Amnistía. Es decir, Trias espera el retorno de Carles Puigdemont, que podría ser el candidato de JxCat en las elecciones del 12M. Y, aunque Jaume Collboni insiste en que desea un "gobierno de izquierdas" en Barcelona, esos comicios del 12 de mayo concederán nuevas cartas a todos los actores implicados.