¡Rien ne va plus! El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha asumido que no le queda otra posibilidad que utilizar la moción de confianza para poder aprobar los presupuestos de Barcelona. Este viernes está previsto el pleno para aprobar las cuentas, pero tanto JxCat como los comunes, los posibles socios, después de llegar a un acuerdo previo con ERC, han dejado claro que votarán en contra. La decisión del alcalde es determinante: “tener presupuestos cuanto antes”, como indican las fuentes consultadas. ¿Solución? Un pleno la próxima semana, el miércoles 27 de marzo, a las puertas de la Semana Santa, o justo en la primera semana de abril en el caso de que haya dificultades personales por parte de los concejales para celebrarlo antes de los días festivos. A no ser que los comunes, este viernes, cambien en el último segundo el sentido de su voto.
Los comunes han dado un portazo a los socialistas. La voluntad de Ada Colau de entrar en el gobierno municipal, ‘sí o sí’, ha llevado a un choque total con los socialistas. De hecho, esa es la razón por la que los comunes votaron en contra de los presupuestos de la Generalitat, forzando la convocatoria de nuevas elecciones, por parte del presidente Pere Aragonès para el 12 de mayo. La excusa fue el apoyo de Aragonès y del PSC al proyecto del Hard Rock en Tarragona, pero todo dependía de la situación en el Ayuntamiento de Barcelona.
Colau se "carga" varios presupuestos
Con ese ‘no’ de los comunes, a Collboni le queda una carta que le permite la ley. En cada mandato los alcaldes pueden utilizar la moción de confianza en dos ocasiones, y nunca en el último año. El alcalde tiene, por tanto, vía libre para convocarla. Lo hará para el 27 de marzo, con el objetivo de tener presupuestos para Barcelona antes del 1 de mayo. Los socialistas quieren encarar, por tanto, toda la campaña electoral de las elecciones catalanas con las cuentas ya aprobadas en Barcelona, y dejando claro que los comunes no se han querido sumar sólo porque “quieren entrar en el gobierno municipal como único objetivo”.
El núcleo de confianza de Collboni insiste en que se debe esperar al 22 de marzo, este viernes. Se alberga la posibilidad de algún cambio por parte de los comunes. La presión se mantendrá, en todo caso, frente al partido de Colau para que asuma lo que Jordi Valls señala como “una evidencia”, y que, a su juicio, se recogen las principales peticiones de los comunes en los presupuestos. El teniente de alcalde, responsable de Economía, ha pedido al partido de Colau que “no se cargue” el presupuesto, porque cuenta con medidas como “la pacificación de la calle Rosselló, la protección de edificios patrimoniales, la rehabilitación de viviendas del barrio Besòs i Maresme, y políticas de vivienda”. Valls las asume también como propias, e insiste en que el PSC “ha hecho este esfuerzo y lo continuará haciendo”.
Trias, Colau y las mociones de confianza
La negativa de los comunes se entiende como una decisión cuya responsabilidad recae “en Ada Colau”. Los socialistas consideran que no ha entendido “los nuevos tiempos”, ni su nueva situación. Y que no puede condicionar toda la política en Barcelona sólo por querer formar –“ella”—parte del gobierno municipal. “Se ha cargado los presupuestos de la Generalitat, ha provocado con ello que no se aprueben los del Estado y ahora también impedirá las cuentas de Barcelona”, señalan las mismas fuentes.
La consigna del alcalde Collboni es que debe haber presupuestos para principios de mayo, “lo antes posible”. Ahora, todo dependerá de la Semana Santa, de cómo se habilita ese pleno extraordinario, con la voluntad de convocarlo para el miércoles 27 de marzo, o, si no se puede, para el 3 o 4 de abril.
La moción de confianza es un instrumento que utilizó el propio Xavier Trias, durante su mandato entre 2011 y 2015. Lo hizo para sacar adelante las cuentas de 2014, ante la imposibilidad de encontrar socios. Y Ada Colau recurrió a ello para poder aprobar los de 2017 y 2018. Ahora Collboni lo hará para las cuentas de 2024, con la esperanza de que, tras las elecciones catalanas, se clarifique la situación y con nuevas cartas para todos, pueda encontrar uno o dos socios de gobierno: un tripartido con ERC y comunes, o sólo con los republicanos, o abrir, de nuevo, la posibilidad de llegar a un acuerdo con JxCat.