El acuerdo se había gestado meses atrás. Desde el comienzo del año, el PSC miró hacia Esquerra Republicana como un posible socio para todo el mandato. Y los republicanos han llegado a ese acuerdo, a falta de que las bases, en un congreso extraordinario, lo ratifiquen este jueves. El alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, quiere blindar ya el gobierno municipal para el resto del mandato –tres años—con el ofrecimiento a los republicanos, entre otras cuestiones, de Promoción Económica, un área que ha dependido hasta ahora del teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls.

Los dos catalizadores de ese acuerdo, por parte de Esquerra, han sido Elisenda Alamany, la portavoz en el consistorio y Jordi Coronas, portavoz adjunto del grupo municipal. Y siempre con el visto bueno de Eva Baró, la presidenta de la federación de Esquerra de Barcelona, que ha asegurado que la dirección de ERC ha estado informada en todo momento, y que no debería objetarse nada.

El alcalde Jaume Collboni y la líder de ERC, Elisenda Alamany, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona EFE

ERC, entre Junqueras y Rovira

Sin embargo, todavía no está todo cerrado porque falta, precisamente, la autorización de las bases de Esquerra, que se pronunciarán este jueves en un congreso extraordinario, en el Orfeó Martinenc, en la avenida Meridiana. Mientras los más partidarios de las tesis de Oriol Junqueras defienden ese acuerdo con los socialistas, hay otra parte del partido, más fiel a la secretaria general del partido, Marta Rovira, que desconfía. Porque lo que pase en Barcelona tendrá una notoria influencia en la posible investidura del socialista Salvador Illa en el Parlament.

Los socialistas confían, precisamente, en esa “puerta que se abre en Barcelona”, para que se pueda facilitar la investidura de Illa. Pero las negociaciones en la capital catalana se remontan a meses atrás. Y el acuerdo ya se había alcanzado antes de la convocatoria electoral del 12 de mayo. El gobierno de Collboni había asumido que debía repartir algunas áreas, entre ellas Promoción Económica y turismo, o derechos sociales y todo lo ligado con la difusión de la lengua catalana. En los dos primeros casos son áreas de enorme importancia, que han sido adjudicadas, desde el inicio del mandato, al teniente de alcalde Jordi Valls, que se responsabiliza de Economía y Hacienda.

La figura 'económica' de Jordi Valls 

Los sectores económicos de la ciudad valoran de forma muy positiva la labor de Valls, que ha aportado orden y directrices claras dentro del Ayuntamiento. Pero no hay grandes diferencias con Esquerra, en estos momentos, en esas áreas. Valls lleva semanas defendiendo que Barcelona debe poder “reordenar” el turismo, y que se debe “restringir” los pisos turísticos. En las grandes líneas de ciudad, el PSC no choca con ERC, que sí buscará, como señaló este miércoles Jordi Coronas, una mayor protección para el comercio local y una mayor presencia del catalán en la esfera pública.

El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls; la gerente del Área de Economía, Laia Claverol, y el gerente de Presupuestos, Antoni Fernández / MA

El acuerdo podría traducirse en un nuevo diseño del gobierno municipal a principios de la próxima semana, con Elisenda Alamany como teniente de alcalde de Promoción Económica y Turismo, y Jordi Castellana como teniente de alcalde de Derechos Sociales. Los republicanos también se responsabilizarían de tres de los diez distritos de la ciudad. De forma previa, el PSC someterá a su militancia entre el viernes y el sábado el acuerdo con Esquerra, que ya lo habrá hecho este jueves. En el caso de los socialistas, la Federación de Barcelona ya había trabajado esa posibilidad en los últimos meses, dejando en manos de Collboni la negociación con los republicanos.

La retórica de los comunes

Los dos partidos tienen claro, en todo caso, que no habrá espacio para otra fuerza política. Ni el PSC ni ERC ven posible la entrada de los comunes en el equipo de gobierno, y en gran medida se debe también a la propia actitud del partido de Ada Colau, que ha rechazado la práctica totalidad de medidas impulsadas desde el consistorio, con un proyecto claro: mantenerse en la oposición y proyectar a Colau, de nuevo, como candidata a la alcaldía en las próximas elecciones.

La posición de los comunes es ahora muy delicada, con unos resultados desastrosos en las elecciones europeas, en las que Podemos ha superado en Catalunya a Sumar, el partido de Yolanda Díaz en el que se integran los comunes. Con Colau como única marca electoral de peso, y aunque el partido ha reprochado a PSC y ERC el acuerdo alcanzado al calificarlo de pacto del establishment, el deseo es el de quedarse en la oposición. De forma retórica se señala que se debería formar un tripartito. Lo que se proyecta ahora es un pacto para el resto del mandato entre PSC y ERC, como había señalado Metrópoli en diciembre de 2023, y a la espera de lo que suceda en el congreso de ERC, este jueves, y en las negociaciones en el Parlament para la investidura –o no—del socialista Salvador Illa.