Barcelona desaloja seis quioscos de helados y souvenirs de la Rambla

El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado, en la mañana de este miércoles, 21 de agosto, seis de los 11 quioscos de la Rambla tras obtener el beneplácito de la Justicia para su recuperación forzosa.

Estas antiguas pajarerías, reconvertidas en puntos de venta de souvenirs y dulces, han quedado pendientes de demolición después de que el consistorio haya garantizado su dominio sobre ellas.

Los cinco quioscos restantes, que comparten propiedad, continúan su actividad en esta céntrica vía barcelonesa mientras el Ayuntamiento espera el permiso judicial para su desalojo. Éste es un requisito necesario para la correcta ejecución de las obras de reforma de la Rambla.

Acción de protesta de los paradistas de la Rambla contra el cierre de las antiguas pajarerías David Zorrakino - EP

Litigio judicial

El cierre de los quioscos se produce tras años de litigio judicial entre el consistorio barcelonés y los propietarios. En 2003, la Ley de Protección de Animales prohibió la venta de estos en las 11 paradas que había por aquel entonces, actividad que realizaban desde 1971, cuando se concedieron las licencias. Al prohibirse la venta de animales, el Ayuntamiento se ofreció a buscar una solución, y en 2010 estableció un convenio para transformar las pajarerías en quioscos de dulces y souvenirs.

En 2011, la justicia declaró nulas las licencias por “distintos incumplimientos” en la tramitación municipal, y en 2021 caducó la concesión de 50 años que tenían los paradistas.

Futuro de los paradistas

Desde que dio a conocer su posición sobre los quioscos, el gobierno municipal ha asegurado que ha hablado con los paradistas para “hacer una transición ordenada y respetando todos los derechos, incluso ofreciendo una compensación”, un plan de recolocación o un plan de apoyo para los trabajadores, entre otras opciones.