Los paradistas abrazan la transformación de la Boqueria, pero desconfían de la recuperación del cliente barcelonés
Uno de los objetivos del Ayuntamiento es encontrar un equilibrio entre los vecinos y los turistas en el mercado, pero el escepticismo hacia esta idea flota entre los paradistas
11 octubre, 2024 23:28El emblemático mercado de la Boqueria, en plena Rambla de Barcelona, se enfrenta a una profunda transformación. El Ayuntamiento anunció esta semana una reforma que abarcará desde 2025 hasta 2027, con el objetivo de renovar la parte central del mercado, donde se ubican las pescaderías, ampliar algunos pasillos, crear una entrada más amplia por la plaza de la Gardunya y sustituir el techo de fibrocemento.
Sin embargo, a pesar de la magnitud de las obras, el sentimiento predominante entre los paradistas es la incertidumbre. Los paradistas del mercado, especialmente las pescaderías, abrazan la transformación, pero expresan sus preocupaciones por las obras, temiendo que el equilibrio entre la oferta turística y la local nunca se logre.
"Sabemos que las obras son necesarias, pero se tendrían que haber hecho hace años", comenta Jaume Ripoll, propietario de una pequeña parada de pescado. Jaume, como muchos otros paradistas, desconoce los detalles exactos de las reformas y cómo afectarán a su negocio.
Su esperanza es que la renovación mejore las condiciones de trabajo para las pescaderías, que considera que han sido relegadas en favor de otros tipos de comercio más orientados al turismo. "Se ha dado más espacio a los bares de tapas y a las paradas de comida preparada, que es lo que buscan los turistas, pero los que vendemos producto fresco hemos quedado arrinconados", lamenta Ripoll, que sigue operando sin neveras en su pequeña parada.
Para Carme, otra paradista del mercado, es necesario renovar el techo del equipamiento, hecho de uralita. Si bien celebra la renovación del mercado, reconoce que el mayor problema ha sido la falta de comunicación por parte del Ayuntamiento. "Nos enteramos de la reforma por la prensa, nadie nos ha informado directamente ni nos ha dicho qué va a pasar con nuestras paradas durante las obras", critica.
Cierres parciales
La concejal de Comercio, Restauración y Mercados, Raquel Gil, admitió que serían necesarios algunos "cierres parciales" y "puntuales" de algunos tramos de la infraestructura mientras se realiza la obra. Un factor que preocupa a muchos paradistas, especialmente en un contexto en el que, según denuncian, los costos podrían recaer sobre sus hombros. "Si tenemos que cerrar, ¿quién nos compensa por las pérdidas?", se pregunta Carme, en un tono de frustración compartido por otros vendedores.
Siseta, otra veterana del mercado, muestra aún más descontento. Tras haber soportado las dificultades de la pandemia, teme que los próximos años sean incluso peores. "Ya venimos de años durísimos y ahora nos vienen con esto. ¿Cómo vamos a sobrevivir?", se cuestiona, advirtiendo que la reforma podría suponer la pérdida definitiva de muchos pequeños comerciantes.
Recuperar el cliente barcelonés
Un sentimiento común entre los paradistas es el escepticismo ante los planes del Ayuntamiento para "recuperar la clientela local". En palabras de José Pizarro, otro de los veteranos de la Boqueria, el mercado "ya no es para los barceloneses, es para los guiris". Esta opinión es compartida por Carme y Siseta, quienes lamentan que la transformación del mercado acabará priorizando la oferta turística en detrimento de la tradicional. Según ellos, la proliferación de puestos de comida preparada ha desplazado a las paradas de productos frescos, que solían atraer a la clientela local.
"El barrio ha cambiado y, con él, la Boqueria. La gente de Barcelona ya no viene", afirma Siseta, añadiendo que las recientes obras en la Rambla han hecho que sea aún más complicado acceder al mercado. Para ella, la coincidencia de los trabajos de la Rambla y los del mercado solo servirá para "aislar aún más la Boqueria del resto de la ciudad".
Mientras tanto, los paradistas esperan saber los detalles de la reforma. Con un proyecto que promete cambios significativos, su temor es que la esencia del mercado —un espacio que tradicionalmente servía a los barceloneses y que ahora se ve dominado por el turismo— acabe diluyéndose por completo. Las obras, que pretenden "renaturalizar" el mercado municipal buscando equilibrar la oferta comercial, podrían convertirse en el "golpe final" a la clientela local que muchos temen perder para siempre.
Los paradistas, pendientes de una reunión
La inversión para llevar a cabo las obras asciende a los 12 millones de euros. El presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercat, Jordi Mas, celebra la decisión del Ayuntamiento, aunque asegura a Metrópoli que el proyecto "todavía está muy verde.
Desde la Asociación de Comerciantes afirmaron que se celebraría una asamblea con todos los paradistas para buscar un consenso, porque hay "opiniones de todos los colores". Sin embargo, todavía no hay una fecha concreta para dicha reunión.
En 2023, la Boqueria recibió más de 23 millones de visitantes, y Gil mencionó que hay cerca de 45.000 personas que podrían ser consumidores habituales. La previsión es que los trabajos finalicen en 2027, coincidiendo con la transformación de la Rambla.