Lavado de cara en el cementerio de Montjuïc: Barcelona pone orden para frenar los derrumbes de la época Colau
El Ayuntamiento rehabilitará 32 edificios de nichos del camposanto en el plazo de un año, un proyecto que se lleva arrastrando desde 2019
El Ayuntamiento de Barcelona no quiere que le vuelva a pasar como en el mandato de Ada Colau: que se le caigan los nichos del cementerio de Montjuïc. Para evitar un escándalo como el que acaeció cuando controlaba Cementiris el inefable Eloi Badia, el actual consistorio adjudicó el pasado 7 de octubre la rehabilitación de 32 edificios de nichos del cementerio de la emblemática montaña por un total de 1.089.169 euros.
El cementerio de Montjuïc vivió un desgraciado suceso durante el primer mandato de Ada Colau como alcaldesa. En septiembre de 2017, se derrumbó un bloque de nichos en el camposanto y se inició un periplo que constituyó uno de los grandes escándalos de la era Colau. Pese a las advertencias de los expertos, el consistorio hizo oídos sordos a las alertas de que había que tomar medidas ante el deterioro de algunas construcciones del camposanto.
La desidia acabó pasando factura a la Administración local. El derrumbe del bloque en septiembre de 2017 acabó con 68 habitáculos por tierra y otros 76 que se tuvieron que echar abajo. Hubo querellas de los familiares por el trato recibido por parte del Ayuntamiento, entre ellos la mezcla de restos humanos, pero las denuncias fueron rechazadas o archivadas por los jueces. En cualquier caso, las familias afectadas fueron indemnizadas en procedimientos administrativos de responsabilidad patrimonial.
Problemas, pero menores
La falta de sensibilidad de la Administración Colau fue solo comparable a la del exministro de Defensa, Federico Trillo, tras el accidente del avión Yak 45 (accidente ocurrido en Turquía, en el que murieron 62 militares) en 2003. Trillo entregó a las familias de los fallecidos urnas con los restos de los muertos mezclados y ni siquiera pidió disculpas por los errores. En Barcelona, ocurrió algo parecido. Pero los nuevos gestores no quieren que vuelva a suceder un suceso luctuoso como los anteriores y ha tomado medidas para reparar un total de 32 edificios de nichos en la emblemática montaña barcelonesa.
Los edificios a reformar presentan mal estado. El plan de rehabilitación, de 766 páginas, recoge las deficiencias de las construcciones, las más importantes de las cuales son la meteorización de sus morteros, tanto en el rebozado del interior de los nichos como en los intersticios entre mahones o entre rasillas, dando como resultado la falta de revestimientos parciales y puntualmente dañados y fachadas deterioradas. A ello se le añaden problemas de estanquidad que favorece la entrada de humedades en los nichos y provoca erosiones en los revestimientos. Las obras deberán estar listas dentro de un año.
150.000 sepulturas
El informe sobre el estado de los nichos del cementerio fue realizado por el bufete Iplan Gestión Integral de Proyectos y no detectó problemas geotécnicos de apoyo en las cimentaciones ni daños estructurales. Pero el proyecto prevé la posibilidad de que pueda ser necesaria alguna actuación adicional si se detectan vicios ocultos cuando se acometan las obras de reparación planificadas.
El cementerio de Montjuïc tiene una extensión de 56 hectáreas. Se calcula que en él hay unas b, divididas en 15 agrupaciones, una de las cuales corresponde a una fosa común. Otras 14 agrupaciones tienen sepulturas diferentes: desde hipogeos hasta enterramientos en tierra, panteones o urnas, además de un espacio para esparcir cenizas llamado el Jardín del Mediterráneo.
Un tema que colea desde 2019
La empresa responsable de las obras será Eurocatalana Obres i Serveis, una constructora que trabaja habitualmente con el consistorio barcelonés. En realidad, se trata de obras que ya estaban previstas en el plan director de cementerios que fue redactado en el 2019, pero hasta ahora no se habían ejecutado. Cuando el equipo de Collboni llegó al Ayuntamiento, aceleró el tema y acabó adjudicando el contrato este mes de octubre.
El Ayuntamiento invitó a las constructoras con las que trabaja y que están homologadas a que presentasen presupuesto para las obras de rehabilitación. Concurrieron cuatro de estas compañías: Copisa, Acsa, Obres i Contractes Penta y Eurocatalana. Se llevó el concurso esta última, pese a que no era la oferta más económica, sino la segunda más barata. No obstante, en los criterios de juicios de valor de la mesa de contratación, ganó por mucha distancia de sus rivales y acabó descabalgando a las demás del concurso.