Lavado de cara en el Turó de la Peira: Barcelona invierte seis millones en un barrio 'deshumanizado'
- El Ayuntamiento construye un centro de servicios sociales, un casal de mayores y un espacio para la Asociación de Vecinos
- El parque más antiguo de Nou Barris se enquista como un punto negro de Barcelona Wifi
El Turó de la Peira es una de las zonas que reclaman un lavado de cara y una humanización del barrio. Las entidades cívicas han demandado históricamente más servicios sociales.
La transformación de esta zona del distrito de Nou Barris está cercana. El Ayuntamiento invertirá más de 6,4 millones de euros en la habitabilidad del barrio.
Casi cinco milllones
Así se contempla en el contrato que acaba de formalizar el consistorio barcelonés con la unión temporal de empresas formada por Vesta Rehabilitación y Gonzalo García SA que asciende a casi 5,1 millones de euros.
Este conglomerado se encargará de la construcción del equipamiento de usos mixtos de la isla Q, en la calle Besiberri, que cobijará un centro de servicios sociales y un casal de gente mayor, además de un espacio destinado a la Asociación de Vecinos.
Paralelamente, la firma Istem ha formalizado otro contrato de más de 1,3 millones para montar las instalaciones del edificio. La construcción debe estar lista en un plazo de 17 meses a contar desde este pasado mes de diciembre, mientras que las instalaciones del inmueble deberán hacerse en un plazo de 11 meses a contar desde la fecha del acta de comprobación del replanteo.
Las obras de las instalaciones se iniciarán, aproximadamente, a los seis meses del inicio de la construcción, con lo que todo quedará listo para mediados de 2026.
Hormigón armado y madera
Los nuevos equipamientos tendrán una superficie de 2.221 metros cuadrados y dispondrán de un espacio abierto para favorecer la dinamización social, además de beneficiarse de buenas condiciones de iluminación y ventilación.
La edificación constará de planta baja y tres plantas más, con una cubierta plana donde se alojarán algunos equipos de instalaciones. Según el proyecto aprobado por el consistorio, “la característica principal de su emplazamiento es que se edificará sobre otro edificio ya construido bajo rasante, que forma parte de un conjunto edificado más amplio”.
Tal y como suele hacer el Ayuntamiento en edificios municipales, la estructura se compondrá de perfiles laminados de acero y hormigón armado. Las fachadas son prefabricadas y las paredes laterales estarán compuestas por bloques de hormigón con fachada ventilada. El revestido exterior será de láminas de chapa galvanizada y listones de madera termotratada.
Tabiques con aislantes
Las paredes internas serán tabiques compuestos de cartón yeso de alta densidad que incorpora láminas pesadas y aislamiento de lana de roca. Muchos de los revestimientos interiores serán de madera. Al acabar las obras, se construirá también un aparcamiento de bicicletas en la calle, una plaza para personas con movilidad reducida y se instalarán dos pilones retráctiles para hacer restringido el tráfico en la calle Besiberri.
En su momento, el concejal Xavier Marcé ya apuntó a que la construcción de estos equipamientos supondrá una gran mejora de la red de equipamientos del barrio “con más espacios sociales y de más calidad para los vecinos y vecinas” de la zona.
Precisamente el pasado mes de marzo se terminó, también en el Turó de la Peira, la primera fase del Balcón de Equipamientos de Can Peguera, un proyecto financiado por el Plan de Barrios que sirve para mejorar la conexión entre el Turó y el barrio de Can Peguera.
Esta obra, que rondó los 4 millones de euros, supuso la remodelación de unos 7.500 metros cuadrados, permitiendo instalar un nuevo ascensor en la calle Vila-seca, mejorar otros ascensores de la zona, construir nuevos tramos de escaleras y crear conexiones transversales entre diferentes equipamientos que facilitan la comunicación fluida entre los dos barrios.
Varios licitantes
El proyecto obtuvo luz verde el pasado verano. La empresa pública BIMSA, propiedad del Ayuntamiento, abrió concurso para la construcción a mediados de agosto. Para la construcción, se presentaron 4 ofertas de diferentes constructoras que suelen trabajar con el Ayuntamiento. Para las instalaciones, se presentaron al concurso cinco firmas.
El consejo de administración de BIMSA decidió otorgar las adjudicaciones el pasado 30 de octubre, aunque los contratos no se formalizaron hasta este mes de diciembre.