La líder de BComú en Barcelona, Janet Sanz

La líder de BComú en Barcelona, Janet Sanz EUROPA PRESS

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Los antiguos ‘verdes’ de Barcelona, al asalto institucional de los comunes de Colau

Algunos sectores temen una maniobra de los dirigentes provenientes de ICV para controlar la política institucional de los comunes

Lluís Mijoler se despide de El Prat: el alcalde que creció a la sombra de Tejedor en el mayor bastión comunista

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Guerra soterrada. Vuelven ‘los verdes’, los ex ICV. El pasado 20 de diciembre, Lluís Mijoler anunciaba que dejaba la alcaldía de El Prat de Llobregat para centrar su actividad política en el Parlament de Cataluña. En las últimas autonómicas, el político había concurrido a las elecciones como número 2 de la candidatura de los comunes, que encabezaba Jessica Albiach.

Oficialmente, Mijoler dejó el cargo de alcalde para quedarse con el de diputado por las reglas impuestas por el partido: una misma persona no puede acaparar dos cargos institucionales, lo que obliga a tener que elegir.

Lluís Mijoler en una imagen de archivo

Lluís Mijoler en una imagen de archivo Ayuntamiento El Prat

Pero las teorías se han disparado dentro de los comunes, donde hay una guerra soterrada entre las distintas familias para tener más peso político. “Los de ICV maniobran en la sombra desde hace tiempo y han conseguido comenzar a dominar la estructura del partido y en el Ayuntamiento de Barcelona tienen un peso muy considerable, con Janet Sanz a la cabeza”, dice una fuente interna de los comunes a Metrópoli.

Sanz refuerza su liderazgo

Los antiguos verdes llevan meses pugnando por tomar el control de Barcelona en Comú y de Catalunya en Comú. Hasta ahora, los comunes, bajo el mando de Ada Colau, se han mantenido firmes, aunque han tenido que ceder parcelas de poder y control.

La elección de los cargos en la estructura de Catalunya en Comú hace pocos meses evidencia el avance de los antiguos ecosocialistas en detrimento de los comunes que provienen de los movimientos sociales. En otras palabras, los viejos comunistas no dan tregua.

La concejal Janet Sanz, junto a Gemma Tarafa y Frederic Ximeno / EUROPA PRESS

La concejal Janet Sanz, junto a Gemma Tarafa y Frederic Ximeno / EUROPA PRESS

En el Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz mantiene el pulso a la predilecta de Colau, Gemma Tarafa. Aunque se puede decir que hay un empate técnico entre ecosocialistas y comunes, Sanz se ha cobrado una ligera ventaja en los últimos meses.

Pero tras la marcha del número 2 de la lista, Jordi Martí, como secretario de Estado de Cultura en noviembre de 2023, Janet Sanz ha asumido el mando del grupo municipal al ir de tercera en la lista. Desde algunos sectores del partido, se critica su presunto afán de protagonismo, pero como mandamás de los comunes en el consistorio “es el papel que le toca y es la que más ha de dar la cara”.

La pinza en el Parlament

Pero la pugna interna va en aumento. En algunos círculos de los comunes, la elección de Mijoler de dedicarse a la política autonómica exclusivamente es vista como una operación política que va más allá de la coyuntura del momento.

“El Prat es un Ayuntamiento donde siempre ha gobernado ICV y ahí tenía el puesto de trabajo garantizado, como quien dice, de por vida. Lo que muchos temen es que detrás de su elección haya una operación política de los que vienen de ICV para copar más segmentos de poder”, explica a Metrópoli una fuente interna de los comunes.

Estos círculos creen ver en la marcha de Mijoler un intento de hacer pinza con David Cid (también proveniente de ICV) en el grupo parlamentario y dominar la política autonómica en detrimento de los sectores más proclives a Colau.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, junto a Janet Sanz, edil de los comunes

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, junto a Janet Sanz, edil de los comunes EUROPA PRESS

La presidencia del grupo parlamentario está en manos de Jessica Albiach, que no se ha significado por apoyar a una u otra familia, pero cuyas afinidades la acercan más a Ada Colau que a los antiguos ecosocialistas. En algunos segmentos, se llega a afirmar que Mijoler es un submarino de Sanz que llega para recortar la influencia de Albiach.

De capa caída en El Prat

Sin embargo, hay algunos sectores que son más pragmáticos y achacan la marcha de Mijoler a una cuestión personal: si bien es cierto que en 2019 obtuvo más votos que el histórico Lluís Tejedor en 2015, en los comicios de 2023 sufrió un severo voto de castigo y pasó de 11 a 9 concejales. “Nunca la izquierda había sacado tan pocos concejales.

Y la tendencia es a la baja, por lo que la perspectiva de otro bajón puede haber influido en su decisión de abandonar la política municipal y centrarse en el Parlament”, destaca otra fuente interna del partido.

En otras palabras, la política municipal se le hace cuesta arriba y es necesario renovar caras, equipos y propuestas.

Las fuentes consultadas achacan el bajón a que Podemos se descolgó de la coalición en el último momento “y la izquierda pagó en las urnas esa maniobra”. Pero con el prestigio aún intacto, ya que pese al voto de castigo pudo volver a gobernar El Prat, Mijoler es un activo de los comunes muy importante en la política autonómica o incluso en la estatal, puesto que su nombre también podría engrosar las listas de las elecciones generales.

Los segmentos más cercanos a Colau, son embargo, ven con recelo el abandono del consistorio pratense. “Los de ICV están preparándose para tener más peso”, advierten con alarma.

El hecho de que Ada Colau se haya tomado una temporada sabática en Italia da alas para que los ecosocialistas se crezcan, según estos sectores.

Colau está en la actualidad fuera de foco, aunque siga en contacto permanente con la cúpula desde la distancia. Pero las maniobras de los verdes por hacerse un hueco en las estructuras del partido y de las instituciones son cada vez más descaradas.