
Las concejales de BComú Gemma Tarafa y Janet Sanz
Los comunes juegan al despiste con medias verdades en una campaña antiCollboni
El PSC acusa a sus exsocios de mentir y el concejal Marc Serra acusa al alcalde de “dejar caducar sanciones y aliarse con el lobby inmobiliario”
Los comunes buscan una pinza con ERC contra Collboni en Barcelona
La guerra entre Barcelona en Comú y el PSC es ya abierta. Los comunes, a los que el alcalde, el socialista Jaume Collboni ha soliviantado por cercenar la posibilidad de una campaña de desprestigio por el desalojo de Casa Orsola, han tomado la bandera de la vivienda para emprender una cruenta campaña de desgaste en la que mezclan supuestas mentiras con medias verdades para arrinconar al primer munícipe.
El partido de Ada Colau ha reaccionado airadamente tras la compra de Casa Orsola para evitar el desahucio, porque Collboni le había privado de su principal argumento, que era precisamente evitar el desahucio, pese a que el edificio pudo haber sido comprado por Colau en 2021 y la entonces alcaldesa se negó.
Propaganda engañosa
Ante los reproches de los socialistas, los comunes han reaccionado aún más airadamente y subiendo el tono de sus protestas: ahora la guerra es tan sucia que el partido que gobernó la ciudad durante dos legislaturas (con la ayuda de los socialistas) no duda en difamar sobre sus antiguos socios de gobierno.
La última iniciativa fue la distribución de un cartel muy vistoso. Con el título “Nacida para…”, colocaron una foto de una Colau sonriente, una idílica foto de un parque con ancianos y un titular al lado que reza “Barcelona multa con 2,8 millones a dos fondos buitre por tener pisos vacíos”.
En la parte inferior del cartel, con el título “Forzada a…”, aparece un Collboni asustado en una foto descolorida, un plano con precios de alquileres y otro titular mendaz: “Collboni perdona las multas a los promotores que han incumplido la reserva del 30%”. El tono del mensaje no deja lugar a dudas sobre su finalidad.
Reacción del PSC
Desde el PSC se apunta a una estrategia maniqueísta la postura de los comunes. Fuentes socialistas manifiestan también su malestar por las mentiras flagrantes que utilizan los comunes por simple venganza.
No perdonan que Collboni no metiese a Ada Colau en el nuevo gobierno local esta legislatura. “Mienten. Jamás hemos perdonado nada. Sólo estamos haciendo las cosas bien.
Los comunes tenían mucha prisa por multar y al tiempo que enviaban un requerimiento ponían en marcha un expediente de sanción. Eso crea indefensión”.
Los socialistas niegan que haya habido ninguna condonación de multas. “Lo que nosotros hacemos es dar curso a los requerimientos legales, que todos puedan presentar alegaciones y luego se concluirán los expedientes. Pero no se ha perdonado nada a nadie porque los nueve expedientes que estaban en marcha siguen abiertos y alguno de ellos ya ha concluido”, subrayan las fuentes.
Acusaciones de Marc Serra
Esta semana, se celebró precisamente una reunión de la Comisión no permanente de estudio sobre el problema de la vivienda, a la que comparecieron algunos expertos en la materia, tanto de uno como de otro bando.
La concejala de Junts per Barcelona Carme Lleó pidió en ella contar con el sector privado para reducir la inseguridad jurídica. “La reserva del 30% ha sido un fracaso que ha paralizado el sector y que es preciso modificar con presteza”.

El concejal de BComú Marc Serra, en una rueda de prensa / AJ. DE BCN
Su queja se dirige a “la más que evidente intencionalidad política en el hecho de no mencionar al sector privado como aliado estratégico para incrementar el parque protegido”, reclamando tejer alianzas con todos los agentes del sector, ya sean públicos o privados.
El posicionamiento de Junts, más cercano a las propuestas de Collboni que a las de Barcelona en Comú, sentó mal a los de Colau.
El concejal Marc Serra salió más tarde con artillería pesada contra el alcalde, a quien acusó de orquestar subrepticiamente “una operación para desmontar el 30%”.
Acusó a Collboni de aliarse con el “lobby inmobiliario” y lo tachó de decir “mentiras que demuestran su incapacidad política”.
Serra, uno de los hombres de confianza de Ada Colau (por algo trabajaba con ella en el Observatorio DESC antes de entrar en política), acabó echando en cara al alcalde su estrategia: “Sorprende que en un momento en el que la Generalitat está priorizando acuerdos con los comunes, tengamos a un Collboni que se dedica a dejar caducar las sanciones, que renuncia al principal instrumento contra la especulación como el 30%”.
Campaña con la cúpula
Para los socialistas, estos ataques “demuestran la deriva de los comunes. Han perdido el norte. Todo lo que no entre dentro de sus planteamientos radicales, es malo. Deberían hacer un poco de autocrítica, mirar hacia atrás y sacar conclusiones: que sólo se hayan hecho 26 viviendas para alquiler social de iniciativas privadas desde que entró en vigor la medida hace siete años dice mucho sobre el éxito de la idea. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Y los comunes están afectados gravemente de una miopía política preocupante. El 30%, tal y como está redactado, es inaplicable o, si se aplica, no tendrá efecto, por lo que hay que modificarlo. Se han de buscar fórmulas para que sea efectivo”.

Las concejales de BComú Gemma Tarafa y Janet Sanz
Pero los de Colau no están dispuestos a dar tregua a los que consideran sus principales rivales: toda su plana mayor ha sido movilizada para realizar una gran campaña de imagen en contra de Collboni con el objetivo de desgastar al alcalde con el tema de la vivienda.
La formación ha movilizado al ministro Ernest Urtasun, la presidenta del grupo parlamentario, Jessica Albiach, las dos principales dirigentes municipales, Janet Sanz y Gemma Tarafa, así como a Lucía Martín para concienciar a su electorado de que Collboni está vendido.
El primer gran acto con todos los primeros espadas tendrá lugar el próximo sábado y su lema tampoco deja lugar a dudas: “Nuestras casas, su negocio”, con la apostilla enviada a la militancia de que “¡no permitiremos que nuestras casas, nuestros barrios, se conviertan en el negocio de unos pocos!”.