La medida estrategia de Janet Sanz y Ada Colau para descabalgar a Collboni comienza este julio

Los comunes han celebrado este fin de semana su congreso en el que han definido la estrategia política que seguirá Barcelona en Comú (BeC) durante los próximos años.

Su lema ‘Repensem Barcelona’ refleja el carácter del cónclave, que no es más que la continuación de un posicionamiento que pretende ser crítico y cambiante pero que, en realidad, trata de recuperar los postulados y las consignas de hace una década, cuando los comunes estaban en su apogeo.

Collboni ganaría las elecciones en Barcelona

El acto de clausura ha reflejado un equilibrio en el que se han medido las fuerzas de los dos grandes sectores del partido: los que provienen de la rama de ICV y los que provienen de los comunes.

Los nombres de sus participantes lo dicen todo: Ernest Urtasun, Janet Sanz, Max Cahner, Gerardo Pisarello, Gemma Tarafa y Jess González.

Estudiado protagonismo

La distinción es para Ada Colau, la lideresa que oficia como presidenta de la Fundació Sentit Comú, que tuvo su propio espacio en la apertura del congreso con un diálogo con Nerea Pérez de las Heras. Cada uno de los dirigentes ha tenido un estudiado protagonismo dentro del congreso.

El objetivo, no obstante, es poner los cimientos de una ambiciosa campaña cuyo objetivo es recuperar Barcelona en las próximas municipales.

Fuentes de Barcelona en Comú señalan que el hecho de celebrar el congreso precisamente ahora está pensado para tener el tiempo suficiente de poner en marcha la campaña.

Deshojando la margarita

¿Quién se presentará como cabeza de lista por Barcelona en las municipales de dentro de dos años? No se sabe aún. En el partido se afirma que el tema no se ha hablado y que se decidirá en su momento, pero también admiten que Ada Colau es la mejor baza que tienen para intentar recuperar la alcaldía.

La líder de los comunes en Barcelona, Janet Sanz EUROPA PRESS

Los más críticos aducen que la exalcaldesa se muestra cauta a la espera de ver qué dicen las encuestas: si vaticinan un buen papel, Colau podría dejar la presidencia de la Fundación para embarcarse de nuevo en la aventura municipal. Si los sondeos vaticinan una debacle, dejará en otro la responsabilidad de asumir el reto.

Objetivo: desgastar a Collboni

En esa tesitura, desde las filas de los comunes son conscientes de que el eje principal de la estrategia política de BeC es desgastar la figura de Jaume Collboni.

La elección de la candidata se dejará, así para el último momento. “Lo que se ha de hacer es campaña permanente, poner en evidencia al PSC y a sus políticas rendidas a los lobbies económicos y políticos de la ciudad”, subraya una fuente.

Los últimos sondeos políticos, que indican una ventaja de hasta 8 puntos del actual alcalde respecto a los comunes es un traspiés de BeC, pero desde el partido consideran que se puede recuperar terreno. “Collboni no ha hecho nada. Ha vivido de todo lo que había puesto en marcha Colau”, enfatizan desde los comunes.

Lograr el máximo beneficio

En realidad, la gestión de la ciudad en la última legislatura también estuvo en manos del PSC, puesto que Collboni era el primer teniente de alcalde.

Los comunes ‘cocinan’ datos del Ayuntamiento para ‘alimentar’ a su militancia contra Collboni

Pero eso no quita que el leitmotiv principal de los comunes de aquí a las elecciones, según ha podido saber Metrópoli, sea precisamente el presentarle como el extremo opuesto de las políticas de BeC.

Ada Colau, comentan, ha medido muy bien la intensidad y las características de la campaña para lograr el máximo beneficio. Son conscientes en el partido de que de su efectividad depende si ella se vuelve a presentar a las elecciones municipales.

Los frentes de batalla

Los frentes de desgaste en esta estrategia serán el del turismo, la vivienda y el aeropuerto. En un plano un tanto menor se sitúa la lucha contra el coche y la ‘pacificación’ de Barcelona apostando por las superillas.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Lorena Sopêna - Europa Press

La vivienda, no obstante, es el tema estrella actual, no en vano es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Este 2 de julio, BeC convocó una manifestación en Vallcarca, con Janet Sanz a la cabeza.

La líder de BeC en Barcelona manifestándose contra su antiguo socio de gobierno es una potente imagen que el partido de Colau explotará hasta la saciedad.

De hecho, la intención es que Barcelona en Comú sea vista como la principal fuerza de la oposición municipal. “Es que es así. La principal fuerza opositora somos nosotros, porque la otra gran fuerza que podría serlo, Junts, se ha dedicado a pactar con Collboni en los temas económicos. Ello nos sitúa como la única fuerza opositora, que rompe moldes y que plantea en realidad un modelo de ciudad  diferente para el futuro”, argumentan fuentes municipales de los comunes.

El PSC en la diana

La guerra en los distintos frentes será, en los próximos dos años, sin cuartel. A sus activistas, Barcelona en Comú les envió un mensaje acusando a Collboni de ser el causante del desahucio de 40 personas en tres bloques de Vallcarca, “13 de ellas menores”.

Barcelona, a la espera de autorización judicial para recuperar las fincas okupadas en Vallcarca

En sus mensajes a la militancia, la cúpula de los comunes es inmisericorde con los socialistas. “Expulsar vecinas de su casa es más propio de un fondo buitre que de un gobierno que se autodefine ‘de izquierdas’. En Barcelona en Comú no seremos cómplices del desahucio de 13 menores”.

Para explotar el conflicto de Vallcarca, los comunes han movilizado a entidades sociales como el Sindicat d’Habitatge de Vallcarca o la Associació Veïnal Som Barri, ambos alineados con sus tesis.

Lograron juntar varios cientos de activistas (juntamente con otras plataformas como la FAVB, Docents 080, Bombers contra los Desahucios, A Cobert o el Sindicat de Llogateres), todo bajo una gran pancarta que era un lema político: “El PSC desnona”. Lo que debía ser lucha vecinal se ha convertido, así, en un campo de batalla política entre dos partidos.

La gran baza política

A los comunes ya les va bien polarizar la lucha y transmitir la idea de conflicto político entre dos partidos en la calle. Ésa es, precisamente, su gran baza para presentarse en las próximas municipales como el contrapeso del PSC.

Tras la manifestación del 2 de julio, el partido de Colau sacó pecho: “Hemos conseguido parar el desalojo de 40 personas, entre ellas 13 menores (…) Con la fuerza y la lucha de la Associació Veïnal Som Barri de Vallcarca y el Sindicat d’Habitatge, la ciutadania le ha plantado cara al PSC y le ha recordado a Collboni que las casas y los barrios son para vivir, no para hacer negocio”.

Campaña antiturismo

Las campañas contra el turismo también se han comenzado a recrudecer. Los comunes han bombardeado con mensajes y pancartas la consigna de que “Jaume Collboni padece más por el sector hotelero que se embolsa 4.185 euros cada minuto que por el vecino que ha de pasar hambre por pagar el alquiler”.

Es un mensaje que se complementa con los datos alarmistas que se trasladan a la sociedad: en Barcelona hay 916 turistas por cada 100 barceloneses o que “Barcelona recibió 15 millones de turistas el año pasado, lo que son más turistas que los que reciben Brasil y Australia juntos”.

Barcelona pone en riesgo su atractivo internacional si elimina los pisos turísticos, según Apartur

De ahí, los comunes saltan a otro de sus temas estrella: la oposición a la ampliación del aeropuerto de Barcelona.

Con ella, afirman, “nos traería 15 millones de turistas más”, lo que pondría a la capital catalana con “30 millones de turistas en la ciudad”.

Por ello, BeC distribuyó hace sólo unos días entre su militancia un titular advirtiendo de que “Barcelona es el destino turístico más masificado del mundo, según un estudio”.

Se trata, pues, de una estrategia dura no exenta de cierto riesgo. Sin embargo, está muy medida para ubicar a los comunes como la única alternativa a otro hipotético gobierno del PSC.

El bajón que vaticinan los sondeos a Junts per Catalunya ayuda en esa tesitura, dejando el campo libre a los de Colau para posicionarse como el contrapeso de Jaume Collboni.