Roberto Gualtieri (Roma), Jaume Collboni (Barcelona) e Hidalgo (París), en el Círculo de Economía, sobre los fondos europeos dedicados a la vivienda pública
El Ayuntamiento de Barcelona contrata a Ernst & Young para verificar los gastos de fondos europeos
La auditora vigilará inversiones por casi 278 millones en rehabilitación de barrios y edificios, en pacificación de calles y en control de tráfico
Collboni propone un “fast track” de fondos europeos no ejecutados para impulsar la vivienda
El Ayuntamiento de Barcelona vigilará con lupa los movimientos de los fondos europeos que maneja la capital catalana.
Estos fondos gozan de un control ya especial, puesto que se han de rendir cuentas a las autoridades comunitarias, pero no basta con que todo sea exquisito y correcto, sino que también ha de parecerlo desde afuera.
De este modo, se quiere alejar dudas sobre la transparencia de los proyectos financiados con fondos públicos de la UE.
Los llamados Fondos Next Generation fueron aprobados por el Consejo Europeo el 21 de julio de 2020: se destinarían 750.000 millones de euros para hacer frente a la pandemia.
De ellos, la mayor parte son pata el Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), dotado con 672.500 millones, de los que 360.000 millones están destinados a préstamos y los 312.500 millones restantes son transferencias no reembolsables.
Su finalidad es apoyar la inversión para conseguir una recuperación económica sostenible y resiliente, al mismo tiempo que se potencian las prioridades ecológicas y digitales de la UE.
Casi 278 millones
De ese dinero, 140.000 millones corresponden a España, unos fondos que estarán disponibles hasta el año 2026.
Hace apenas un mes el Consejo de Ministros aprobó una addenda al plan de recuperación que prevé movilizar más de 10.000 millones de euros en transferencias adicionales en octubre, así como otros 83.000 millones en préstamos del fondo Next Generation EU y del Repower EU.
El alcalde Jaume Collboni en su despacho en el Ayuntamiento BARCELONA
En este marco, el Ayuntamiento de Barcelona será el encargado de vigilar aportaciones por 277.731.744 euros, correspondientes a 25 subproyectos.
Debido a su procedencia pública, la UE observa con lupa cómo se gasta el dinero de estos fondos.
Rehabilitación de barrios y pisos
La mayor parte de los proyectos financiados con fondos europeos en Barcelona se encuadran dentro de la rehabilitación de barrios de la ciudad, rehabilitación de edificios o mejoras en la eficiencia energética de las viviendas.
Sin embargo, también se ven beneficiados proyectos de control de la zona de bajas emisiones, control de tráfico o pacificación de calles.
El control de gasto en esos proyectos genera un trabajo extraordinario que no pueden asumir los auditores.
“Esta carga sobrevenida de trabajos auditores, que únicamente puede realizar personal con la debida cualificación, así como los limitados medios de que dispone la Intervención General de este Ayuntamiento comportan la necesidad de contratar una entidad auditora o auditor externo”, dice un informe interno del consistorio.
Cinco propuestas
Los responsables municipales convocaron, así un concurso restringido al que se invitó a participar a varias compañías externas. Concurrieron seis compañías: una de ellas fue rechazada de plano por “no cumplir el requisito mínimo de solvencia”.
Otra de las concursantes fue excluida más tarde por haber presentado una oferta económica calificada de anormalmente baja.
La licitación fue ganada finalmente por Ernst & Young, una de las grandes firmas auditoras del mercado.
El contrato ese adjudicó el pasado 3 de julio, por un monto de 387.200 euros. La vigencia del mismo acabará el 31 de diciembre de 2026.
En el acuerdo con el Ayuntamiento se especifica que la auditora “ha de realizar los informes para la justificación de los subproyectos o actuaciones el plazo máximo de justificación de los cuales esté comprendido entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2026”.
Chocolate espeso
En las prescripciones técnicas del contrato, se especifica que Ernst & Young ha de comprobar la correcta tramitación de todas las subvenciones para la ejecución de los proyectos, y la regularidad de las operaciones".
También para "verificar el cumplimiento de los objetivos cumplidos por los órganos gestores de los diferentes proyectos, revisar toda la documentación justificativa y la relación clasificada de los gastos y pagos realizados, así como la revisar las memorias de actividades y económica.
“Estas tareas son meramente enunciativas, ya que los informes de auditoría a emitir por el adjudicatario del contrato deberán de seguir y dar cumplimiento a toda la normativa establecida por cada uno de los subproyectos o actuaciones asociados a los fondos Next Generation EU y se realizarán bajo la supervisión de la Intervención General del Ayuntamiento”.
En otras palabras, los gestores económicos de Barcelona quieren “las cuentas claras y el chocolate, espeso”.