Así se mantienen las calles de Barcelona: más de 7 millones al año para reparar desperfectos

Mantener Barcelona en perfecto estado es difícil debido a la gran superficie a gestionar y a la infinidad de eventualidades que pueden repercutir en la conservación de los pavimentos, las aceras o el propio mobiliario urbano.

Debido al deterioro de los materiales o simplemente a actos de incivismo y vandalismo, el Ayuntamiento ha de estar siempre atento a reparar los desperfectos de la vía pública a la mayor brevedad posible. Para ello, se ha de contar con empresas expertas en esta materia, que se han de buscar mediante los correspondientes concursos públicos de licitaciones.

Desperfectos múltiples

Según los responsables del Ayuntamiento, se trata de solucionar cosas en las que pocos reparan, desperfectos que incluso pueden pasar desapercibidos, pero que pueden provocar desde accidentes hasta molestias a los vecinos. O que pueden ir a más y provocar perjuicios mayores.

De ahí que el consistorio decida contratar los servicios de empresas privadas para ese cometido.

Se trata del “mantenimiento de los pavimentos de las calzadas de la ciudad, constituidos fundamentalmente por firmes bituminosos o similares, pavimentos de hormigón, pavimentos de piedra natural o prefabricada y excepcionalmente, de los pavimentos de las aceras de la ciudad, constituidas fundamentalmente por pavimentos de panot, de piezas prefabricadas o piedra natural”, dicen las cláusulas del contrato convocado.

Obras en Barcelona en una imagen de archivo AJ BCN

Zona Este y Zona Oeste

Así, la gerencia de Servicios Urbanos y Mantenimiento del Espacio Público ha dividido en dos partes la ciudad: los distritos 1 al 5 y los distritos 6 al 10. O sea, la Zona Este y la Zona Oeste. Una decisión salomónica para facilitar la adjudicación de sendos contratos millonarios para el mantenimiento de los pavimentos de la ciudad durante los años 2025 y 2026.

El distrito con mayor superficie es el de Sants-Montjuïc, que tiene 1.827.325 metros cuadrados, mientras que el menor es el de Ciutat Vella, con 381.896 metros cuadrados. Ambos están encuadrados en la Zona Este, que suma también los de Les Corts, Eixample y Sarrià Sant Gervasi.

Dos empresas

Todo para que los suelos de la capital catalana estén en perfecto estado de revista. Los distritos 1 al 5 correrán a cargo de la constructora Sorigué, mientras que el resto estarán bajo el control de la unión temporal de empresas (UTE) formada por Elsan y AMSA.

El contrato de Sorigué asciende a 4.093.411 euros, mientras que el de la UTE se queda en 3.298.433 euros para un año. La diferencia se debe a que la zona a mantener por la primera empresa es de casi 5,9 millones de metros cuadrados, mientras que la UTE solo ha de mantener una superficie de algo más de 5 millones de metros cuadrados.

El contrato solo se podrá prorrogar por un año más, por lo que el coste total sería de algo más de 14,6 millones de euros.

Obras en una calle de Barcelona en una imagen de archivo AJ BCN

Cinco ofertas

Al concurso licitaron cinco ofertas, todas con empresas constructoras de primera línea. No eran las mismas en ambos lotes, pero sí hubo empresas que se presentaron a las dos zonas.

Las dos ganadoras presentaron ofertas extraordinariamente bajas, hasta el punto de que los técnicos municipales levantaron un informe de temeridad para calibrar si el servicio requerido se podría garantizar con las condiciones económicas que ofertaban.

Bajas temerarias que no lo eran

Curiosamente, las dos ofertas ganadoras se encontraban dentro de ese límite. Respecto a la oferta de Sorigué (que se desviaba el 2,17% del precio), los técnicos concluyeron que “se considera que la justificación aportada por la empresa Sorigué contempla una correcta previsión de los costos directos, adecuados a la diferente importancia de cada una de las partidas, unos costes salariales que cumplen y mejoran sustancialmente con las condiciones sociales del contrato, una estimación correcta de los costes indirectos y una metodología de cálculo correcta”.

La de la UTE Elsan Amsa, con un desvío de sólo el 0,13%, también fue justificada correctamente y los responsables municipales aceptaron sus alegaciones en términos similares a la de Sorigué.

“Se considera que las justificaciones aportadas por las empresas desvirtúan la presunción de anormalidad y se han de considerar suficientes para poder llevar a cabo las prestaciones del contrato”, rematan los técnicos municipales en su informe.

Por tanto, Barcelona ya tiene quien le arregle las calles, al menos durante dos años.