La vieja fábrica de cintas de seda de Benet Campabadal que llegó a ser un referente del distrito de Les Corts ha vuelto abrir sus puertas. Pero no lo ha hecho como fábrica sino convertida en la nueva biblioteca Montserrat Abelló, después de unas complejas obras de transformación que se han prolongado por espacio de siete años. El nuevo espacio público dispone de 3.300 metros cuadrados de superficie y un fondo de 45.000 documentos -34.700 bibliográficos y 10.300 audiovisuales-, lo que la convierte en la más grande del distrito. La reforma ha costado 9,6 millones de euros.

El conseller técnico del distrito de Les Corts, Toni Coll, ha explicado que la apertura del equipamiento “es muy importante para Les Corts porque los vecinos llevaban años esperándolo y porque puede convertirse en un eje central de atracción de sinergias culturales”. Coll destaca que ha sido una gran suerte “poder conservar la nave, que es un patrimonio industrial que se debía conservar y que ayudará a recuperar la memoria histórica del barrio”. Además, el equipamiento cuenta con lo más innovador en tecnología aplicada a la biblioteconomía, como el servicio de documentos con clasificación automática, una técnica hasta ahora inédita en España.

Uno de los aspectos más llamativos de la gran biblioteca de Les Corts es que comparte una de sus naves con el Ateneo de Fabricación digital del distrito, una incubadora del movimiento 'maker' (o háztelo tú mismo). “El espíritu de colaboración y la voluntad de trabajo entre el ateneo y la biblioteca puede acabar dando muy buenos frutos”, ha asegurado Coll. El ateneo está inspirado en el concepto americano del 'fab lab' ,cuya filosofía es fomentar la colaboración entre apasionados de las ciencias y de la tecnología, facilitándoles todo tipo de materiales y herramientas digitales. El conseller técnico ha destacado que el Ateneo de Fabricación colabora con entidades de inclusión del distrito buscando soluciones “que mejoren la calidad de vida de las personas con movilidad reducida”.

UN DESAFIO ARQUITECTÓNICO

Para los arquitectos del proyecto, Ricard Mercadé y Aurora Fernández, la rehabilitación de los tres edificios industriales de la fábrica, que se construyó en 1924 y fue pionera en la producción de seda, ha sido “un desafio” arquitectónico. Lo más complejo ha sido conservar sus rasgos históricos y a la vez “abrir la nave al exterior a través de grandes ventanas ,que proveen luz al interior de la biblioteca", ha explicado Fernández. Mercadé ha destacado de la obra que ha logrado mantener la nave principal de la vieja factoría en el eje vertebral del espacio que funciona como “un espacio abierto que proporciona continuidad visual".

El apartado de recuperación de la memoria histórica se cubre dentro de la biblioteca con una exposición permanente que recoge una colección de paneles informativos sobre la historia de la antigua fábrica textil y sobre la vida de las mujeres que trabajan en ella. “El hecho de que confluyan en un mismo equipamiento una biblioteca, un ateneo de fabricación, patrimonio industrial y recuperación de la memoria histórica, como ocurre en la biblioteca Montserrat Abelló” hace pensar que va a funcionar como “un polo cultural muy potente” abierto a otras entidades y que además será “un punto de encuentro” para los vecinos, ha señalado Toni Coll.

La nueva biblioteca dedica un espacio especial a Montserrat Abelló, la poetisa feminista que da nombre al equipamiento, en el que se recoge toda su obra. Se da la circunstancia de que esta denominación del equipamiento fue una propuesta de la Taula de Dones del distrito de Les Corts, que después fue ratificada en una votación popular. El espacio dispone de un servicio de préstamo de portátiles, un área infantil, rincones para el trabajo en equipo, espacios para el descanso, aulas de estudio y sillones para el trabajo individual, entre otras ofertas, e impartirá cursos de formación. También está perfectamente adaptada a personas con discapacidad funcional.

Noticias relacionadas