El partido de Ada Colau (Barcelona en Comú) y los partidos independentistas (ERC, PDeCAT y CUP) han dejado bien claro de parte de quién están, cuando se trata de agresores y víctimas, y sobre todo han hecho una vez más gala del doble rasero con el que miden la libertad de expresión y las intimidaciones en función de si los agredidos simpatizan o comulgan con sus ideologías o no. Las cuatro formaciones en bloque han impedido que prosperara en el pleno del distrito de Les Corts una declaración institucional de urgencia en la que se condenaba la reciente campaña intimidatoria de Arran (las juventudes de la CUP) que ha tenido como objetivos a la presidenta del Grup Parlamentari de Ciutadans (Cs), Inés Arrimadas, y al presidente del Grupo Municipal Popular (PP) en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz. El documento ha sido suscrito por los consejeros portavoces de Cs, PP y también por el PSC en Les Corts.
La declaración institucional vetada por comuns e indepedentistas pretendía (textualmente) "condenar la colocacion de pancartas y carteles intimidatorios en contra de representantes políticos en Les Corts (en referencia a Arrimadas y Fernández)" ocurridos los pasados días 3 y 4 de marzo, por considerarlo "una actuación violenta ebcaminada a intimidare y coaccionar a los afiliados y a los dirigentes de los partidos políticos víctimas de estos ataques, y por extensión, a sus votantes". Además, el documento reclamaba que se ponga fin "a la impunidad" con la que la organización Arran "amenaza y ataca" y exigía al gobierno del distrito que "estudiara iniciar medidas legales y sancionadoras" por estos hechos.
Los tres partidos firmantes -Ciutadans, PP y PSC- también querían hacer con la declaración institucional rechazada un llamamiento a que desde el distrito de Les Corts "se vele por garantizar el respeto a los partidos políticos y sus representantes, militantes y votantes" y que también se trabaje desde las instituciones públicas "para fortalecer la convivencia en el seno de la sociedad barcelonesa y catalana".
FOTOMONTAJE CON EL BUSTO DE FRANCO
El último ataque de Arran al que hace referencia la declaración institucional se ejecutó de forma coordinada en twitter y en la calle y consistió en la colocación de carteles y tuits con mensajes ofensivos. Tanto en Twitter como en la calle se distribuyó un fotomontaje con los bustos de Fernández, Arrimadas y Franco con la frase: “El Estado apunta, el fascismo apuñala. Iluminemos la oscuridad, ahoguemos el fascismo”.
Tras el taque, Alberto Fernández, pidió directamente a Ada Colau (Barcelona en Comú) que condenara el último ataque de Arran y que tomara las "medidas legales" necesarias para poner freno a las continuas campañas "de intimidación· orquestadas desde la CUP y su entorno juvenil y basadas en “insultos y amenazas” y siempre quedan completamente impunes. La alcaldesa no ha respondido todavía al llamamiento.