El conflicto de los vecinos de Les Corts respecto al proyecto planificado por el Arzobispado está más vivo que nunca. Lejos de alcanzar un acuerdo sobre los jardines y el histórico edificio de Can Capellanets, protegidos por Patrimonio, el desencuentro entre las dos partes es absoluto.

El Ayuntamiento, por su parte, no está ayudando más que a recrudecer la situación, que se ha vuelto insostenible. A un Arzobispado que actualmente se niega a tratar con los residentes, hay que sumar la imposición de una planificación por parte del consistorio donde, además de no respetar los elementos patrimoniales, se lleva a engaño asegurando unas cesiones que a la práctica no son exactas.

RESIDENCIA DE INVESTIGADORES

La problemática se inició en 2014, en los últimos meses del gobierno municipal de Trias. La Fundació Josep Oriol, que depende principalmente del Arzobispado de Barcelona, decidió rentabilizar un jardín y un edificio con protección patrimonial situados en una finca registral ubicada entre las calles Joan Güell, Galileu y Remei.

Para ello, decide ceder la parcela comprendida en las calles Galileu y Remei para que se construya otro edificio que, gracias a la aprobación de un Plan Especial, se convertiría en una residencia de investigadores.

Pese a que las obras se llegan a iniciar a espaldas de los vecinos en junio de 2015, que no habían sido informados, éstos denuncian en el Ayuntamiento irregularidades en la obra y la falta de licencia de la misma, por lo que las reformas terminan deteniéndose.

NUEVO PROYECTO

Con las obras ya paradas, en enero de 2017 se firmó un protocolo según el cual el proyecto seguía adelante con el mismo operador (RESA), pero con la cesión de un tercio de planta del edificio nuevo. En la misma línea, se asegura una modificación en el edificio situado en la calle del Remei, pero se trata de la residencia de sacerdotes, donde los vecinos no muestran ninguna protesta, y continúa sobre la mesa una propuesta en la que se altera el volumen del edificio protegido pese a que su ficha patrimonial indica que se tiene que asegurar el “mantenimiento integral, tanto de volúmenes, fachadas y texturas y cromatismos originales como de los elementos interiores de interés”.

Unos meses después, los vecinos indagaron en el operador que encabezaba este proyecto, descubriendo que ya dispone de una residencia en la calle Hospital del barrio del Raval en la que se llevan a cabo todo tipo de alojamientos, lo que desemboca en una salida de RESA de la obra.

L'Onada cogió las riendas de la compañía anterior, cambiando el proyecto de alojamiento para investigadores por el de residencia para la tercera edad, por lo que se tiene que modificar el Plan Especial para llevar a cabo un cambio de usos en el histórico edificio de Les Corts.

Puerta cerrada de acceso a los jardines / RP



COMISIÓN DE TRABAJO

En verano de 2017, dos grupos municipales tan poco sospechosos de compartir ideología como Ciutadans y la CUP exigieron la creación de una comisión de trabajo para el proyecto, en la que los vecinos, el Arzobispado y el Ayuntamiento tuvieran representación para poder llegar a un acuerda en el que todas las partes estuvieran satisfechas.

A finales del año siguiente, y pese a las reiteradas quejas de los residentes y el apoyo de la FAVB y de la Síndica de Greuges de Barcelona, el Arzobispado ya había registrado el proyecto y el consistorio, incluyendo al concejal Agustí Colom, dieron las espalda a los vecinos y a los esfuerzos que éstos estaban haciendo por encontrar un punto de acuerdo.

VECINOS ENGAÑADOS

La insistencia de los vecinos, que desde enero de 2019 disponen de un dictamen peritado por el arquitecto Josep Mª Guillumet, ha llevado a éstos a luchar día a día por establecer una comisión, creando la plataforma Salvem el Patrimoni de Les Corts.

El pasado 21 de noviembre, miembros de esta iniciativa pidieron al regidor del distrito, Xavier Marcé, el establecimiento de la tan demandada comisión, ya que el Ayuntamiento presentó un proyecto que tiene la intención de imponer de manera definitiva en el que se recuperan menos de 130 metros cuadrados que en la planificación anterior, una cifra alarmante teniendo en cuenta que la totalidad del plan incluye una extensión de 12.000 metros cuadrados.

Después que la plataforma tachara al regidor como mentiroso debido al nuevo plan presentado por el consistorio, un engaño para los vecinos, éste respondió visiblemente alterado, gritando y haciendo uso de palabras desafortunadas.

Parte trasera de Can Capellanets y jardines, ambos en un deficiente estado de conservación / RP



CONSERVACIÓN Y DIÁLOGO

Los residentes no piden más que respeto por la conservación de unas instalaciones protegidas por Patrimonio y el establecimiento de un diálogo. Pese a que en los inicios de la problemática el Ayuntamiento consiguiera formar una mesa a tres, en la que estaban representadas todas las partes afectadas, el Arzobispado terminó desentendiéndose y el consistorio llegando a acuerdos con él.

Ahora se basan en los argumentos legales y políticos con los que cuentan en contra de un proyecto que significaría el fin de parte de la historia de Les Corts. Buscan dialogar y, conscientes de que ninguna de las partes puede llegar a conseguir el 100% de sus objetivos, abogan por una solución con la que todos los agentes implicados puedan sentirse incluidos.

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