Barcelona pasa de los jardines de Bacardí, un espacio degradado que no convence a nadie

Muchos son los espacios, equipamientos y otros elementos de Barcelona que sufren una evidente falta de mantenimiento denunciada por sus vecinos. Los jardines del mirador del Poble-sec, el Teatre Arnau, el Rec Comtal de Sant Andreu o la práctica totalidad del barrio de la Trinitat Nova son algunos ejemplos de ello.

El distrito barcelonés de Les Corts no se salva de esta realidad. El estado de los Jardines de Bacardí, ubicados a escasos metros del Camp Nou, es un quebradero de cabeza para unos vecinos que ven como el deterioro no deja de ir en aumento sin que el consistorio haga nada al respecto, como ya denunció este medio.

Pese a la degradación del parque pendiente de solución, el Ayuntamiento sí que moverá ficha para mejorar el espacio de ocio para perros que se encuentra en el recinto y cuyo estado tampoco es del agrado de los propietarios de estos animales.

Césped degradado en los Jardines de Bacardí / RP

CAMBIO DE ARENA

Desde el Ayuntamiento, concretamente el área de Ecología, ha dado luz verde a una inversión para mejorar el espacio de ocio para perros ubicado en los jardines pertenecientes al barrio de La Maternitat i Sant Ramon.

El consistorio barcelonés ha aprobado el cambio de arena de la zona reservada para los canes por un valor que ascenderá hasta los 48.612,87 euros. Por contra, el gobierno municipal no tiene intención de invertir en el parque infantil ni el resto del recinto, al menos, hasta finales de 2022.

Zona de ocio para perros en los Jardines de Bacardí / RP

DEGRADACIÓN DEL JARDÍN

Anna Ramon, presidenta de la Asociación de Vecinos de Camp Nou, lamenta que el jardín esté "cada vez peor" y que no se haya hecho "nada" para solucionar esta problemática que el consistorio no tiene previsto abordar hasta "finales de 2022 o 2023".

La portavoz vecinal recuerda que hay "bancos rotos y agujeros", así como que el "césped está fatal" ya que los perros salen fuera del espacio de ocio reservado en el recinto, que cuenta con 700 metros cuadrados. "El parque es muy pequeño en comparación con la zona para perros, que la utiliza muy poca gente", añade la líder vecinal.

Respecto a la partida municipal destinada al cambio de la arena, argumenta que se trata de "un dineral" mientras que en el "resto del jardín no se hace nada". Desde el colectivo vecinal reclaman que se realicen trabajos de mejora en la zona, así como que los perros se mantengan en su espacio dentro de los Jardines de Bacardí.

Hoyos bajo un banco deteriorado en el recinto / RP

ESPACIO PARA PERROS SIN MANTENIMIENTO

El espacio de ocio para perros tampoco convence a los propietarios de estos animales. Mercè Gómez, secretaria de la asociación 4 Potes Les Corts, lamenta que el espacio para canes muestre una evidente "falta de mantenimiento" incluso después de haberse realizado modificaciones de elementos que suponían un peligro para los perros.

En este sentido la portavoz del colectivo denuncia que el recinto se haya convertido en un "claro dispendio de recursos públicos", en el que la arena aún no es la adecuada para los animales y las vallas que delimitan el espacio permitan a los perros "saltar fácilmente" hacia el parque. "No tenemos un espacio para perros en condiciones después de la inversión. Los perros son lo último que importa en este distrito, pese a que una de cada cuatro familias tienen perro en Les Corts", explica. Gómez recuerda, también, que ERC llevó al último Consejo de Distrito la propuesta de realizar revisiones en las zonas de uso compartido y espacios para perros, así como mejorar el mantenimiento de estas áreas.

Respecto a los Jardines más allá del espacio delimitado para los canes, la secretaria de la asociación coincide con la líder vecinal de Camp Nou, y remarca la necesidad de que el consistorio realice un mantenimiento adecuado. "El espacio está muy degradado, hay animales muertos como ratas y palomas", destaca. La portavoz del grupo animalista también lamenta el mal estado en el que se encuentra el césped, los agujeros que hay en el recinto y la peligrosidad de los nidos de cotorras que "alguna vez han caído de las palmeras".