Dos paradas de autobús de Barcelona se han convertido en una auténtica pesadilla para los vecinos que residen cerca de ellas. Se trata de las ubicadas en el camino de la Torre Melina, en el barrio de Sant Ramon, donde el tráfico de estos vehículos es permanente.
La separación entre las dos paradas es de escasos metros, y las transitan tres líneas de autobús. Los vehículos que cubren el recorrido de la D20, H8 y N3, esta última nocturna, son los causantes de la crítica vecinal.
Hay una circunstancia sobre la que gira la oposición de los vecinos respecto a estos dos apeaderos. Las líneas mencionadas tienen su origen y final en estos puntos, lo que provoca una presencia de buses sin interrupción.
"COCHERA"
Fuentes vecinales lamentan que el camino de la Torre Melina se ha convertido en una auténtica "cochera". La presencia de estos vehículos, además de ser permanente, llega a ser muy numerosa, por lo que pueden llegar a coincidir cinco o más autobuses de servicio en esta pequeña calle del barrio barcelonés.
Esta situación ocasiona elevados niveles de ruido, especialmente perjudiciales para los residentes durante la temporada estival. A ello se suma un destacado volumen de tráfico durante determinadas horas del día, así como el factor contaminante en casos de autobuses de combustión que mantienen el motor encendido mientras esperan la hora de salida de la parada.
Entre los principales perjudicados por esta cuestión, se encuentran más de un centenar de vecinos que residen en edificios ubicados en el camino de la Torre Melina y en la calle de Pisuerga.
CAMBIO DE UBICACIÓN
La problemática llevó a afectados de la calle de Pisuerga a registrar una instancia a finales del pasado mes de octubre para que el consistorio llevara a cabo un cambio de ubicación del apeadero. Entre las opciones vecinales para este traslado, no se descartan ubicaciones como la avenida de Albert Bastardas y la calle de Manuel Azaña.
La respuesta recibida desde el consistorio se limitó a apuntar que se está "trabajando" en esta comunicación, un acuse de recibo, pero no se ofreció ninguna solución concreta.
Fuentes municipales apuntan que tanto el Ayuntamiento como TMB tienen constancia de esta demanda, que ya se ha estudiado. Por el momento no está prevista ninguna modificación de la parada, ya que comportaría afectaciones al servicio de la línea.
ESTUDIAR UNA SOLUCIÓN
Desde la Asociación de Vecinos de Sant Ramon señalan que no han recibido esta petición de los residentes que se trasladó al consistorio barcelonés en forma de instancia.
Pese a ello, el colectivo vecinal garantiza su predisposición a estudiar esta cuestión. "Estamos abiertos a estudiar una solución, verla sobre el terreno y valorar si las ventajas son mayores que los perjuicios", aseguran.