Sant Ramon se encuentra al límite. El barrio barcelonés, que comparte denominación con la zona de Maternitat, vive una inédita oleada de inseguridad que golpea a vecinos y comerciantes de forma incesante. Las agresiones y robos a pie de calle, así como los asaltos a establecimientos, se han cronificado en una zona de Barcelona que hasta la fecha no estaba acostumbrada a este tipo de sucesos.
Los propios residentes han denunciado esta situación esta situación en declaraciones a Metrópoli. En los últimos meses, la Asociación de Vecinos de Sant Ramon lleva contabilizados más de una veintena de robos a comercios, a los que se suman los asaltos a pie de calle en concurridas vías como la avenida de Xile y la calle del Cardenal Reig, entre otras.
Este miércoles, el hartazgo vecinal se materializó en una reunión celebrada en el Club Laietà, donde un centenar de vecinos expresaron sus inquietudes y propuestas para poner fin a esta situación, sobre la que ya se han definido medidas concretas.
AGENTES A PIE
Andrés Quílez, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Ramon y vicepresidente de la Coordinadora d'Associacions de Veïns i Entitats de Les Corts, expuso la situación actual a los asistentes. Tras incidir en la inseguridad que vive el barrio, destacó la necesidad de que los agentes patrullen a pie para que tengan un mayor conocimiento y control sobre qué ocurre en el barrio. "No estamos conformes con que los coches pasen. En la zona de bares de Cardenal Roig es imposible que vean qué pasa. La asociación de vecinos seguirá luchando para que paseen por el barrio", apuntó Quílez.
El presidente del colectivo vecinal recordó que tienen contabilizados "22 comercios" que han sufrido robos en los últimos meses, algunos de ellos "hasta dos o tres veces". En este sentido, y con los datos en la mano, Quílez lamentó que el distrito les tachara de "alarmistas" por denunciar la situación actual que sufre el barrio. Desde la asociación vecinal también se pidió a los residentes que denunciaran los actos delincuenciales "para acumular incidencias y presentarlas ante el Distrito", se reclamó un incremento de vehículos policiales "camuflados" para el barrio, y se señaló que un importante grueso de los asaltantes proceden de municipios vecinos, como "L'Hospitalet".
La presión a la Federació d'Associacions Veïnals de Barcelona (FAVB) también está entre los planes de los residentes. Tanto Quílez como Adela Agelet, presidenta de la Coordinadora d'Associacions de Veïns i Entitats de Les Corts, remarcaron que trasladarán la situación a la federación para que la "denuncien al Ayuntamiento", tras lo que ésta deberá decidir si se involucra en esta petición vecinal o elude una vez más la cuestión de la inseguridad en la capital catalana.
CAMBIO LEGISLATIVO
Durante el encuentro, Agelet y Marta de Prats, presidenta de la Asociación de Vecinos de l'Avinguda de Xile, abogaron por reclamar a la administración local su implicación para impulsar un cambio legislativo que impusiera mayores castigos a los delincuentes.
En el mismo sentido se pronunció Alina Maria Laba desde la Asociación Les Corts Comerç 08028. Tras reclamar el endurecimiento de las penas, recordó que los robos "no bajan", por lo que instó a "poner denuncias" en caso de ser víctima de un suceso. Los casos de asaltos en establecimientos son tan frecuentes que, según el colectivo, algunas compañías de seguros han liquidado las pólizas con comerciantes del barrio.
En declaraciones a este medio, Alina apunta la necesidad de disponer de una "nueva ley" que proteja de estos robos. "Se ha propuesto la vigilancia privada, pero estamos igual. Harán lo que la ley les permita", insiste. En este sentido, pide unión entre las entidades de Barcelona para realizar una mayor presión que se traduzca en un cambio legislativo: "Podemos juntarnos con las demás entidades de Barcelona para que se cambie la legislación. Pasa en toda Barcelona y somos los únicos que reaccionamos. La policía está actuando y estamos contentísimos. Nos sentimos más seguros sabiendo que hay dispositivos de control, pero sabemos que no pueden hacer más", remarca la comerciante.
MEDIDAS
En el encuentro de este miércoles, los vecinos decidieron las primeras acciones que llevarían a cabo en Sant Ramon para combatir la inseguridad. Además de una manifestación que está pendiente de fecha, la asociación elaborará pancartas en las que se denunciará la situación que vive el barrio y los residentes las colgarán en las ventanas, balcones y terrazas de sus viviendas.
Entre las propuestas que también surgieron en el encuentro, y que no están aprobadas pero tampoco descartadas definitivamente, se encuentran la colocación de cámaras de seguridad y la contratación de seguridad privada para que vigile las calles y provoque un efecto disuasorio.
Una tercera iniciativa pasó por hacer uso de silbatos. La idea pasaba por realizar una pitada en el barrio cada vez que un residente presenciara un robo, una propuesta que no contó con la aprobación vecinal pero sí con la de los comerciantes.
INQUIETUD REAL
Quílez explica a este medio que, en la reunión organizada por la asociación este miércoles, se plasmó que "los vecinos tienen una inquietud real por la inseguridad en el barrio", una situación que se encuentra en las antípodas del "alarmismo" del que les acusó el distrito.
El líder vecinal, que este mismo jueves ha tenido conocimiento de intentos de robos en domicilios sucedidos recientemente, valora muy positivamente este contacto con los residentes y pide a los vecinos que sean víctimas de asaltos que lo den a conocer a la asociación para que quede constancia a ello y así se pueda trasladar a la administración municipal.
El presidente del colectivo vecinal defiende la colocación de "pancartas" en las viviendas como primera medida para evidenciar la situación por la que pasa el barrio, e insiste en la necesidad de disponer de "patrullas" que se desplacen "a pie" por las calles de Sant Ramon.