El último intento de desconvocar la huelga de metro ha descarrilado entre la principal fuerza sindical. Este martes, el secretario general del departamento de Treball, Josep Ginesta, que lidera la mediación en el conflicto laboral, ha propuesto un arbitraje voluntario. Inmediatamente, la dirección de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha aceptado la medida y ha pedido al comité de huelga que hiciera lo propio. Pero horas más tarde, CGT -el sindicato mayoritario con 9 de 27 miembros- ha rechazado la propuesta que está previsto debatirse con el resto de fuerzas sindicales este miércoles.
“Someternos a un Laude arbitral es dejar de negociar y dejar las necesidades y derechos de los trabajadores en manos terceras que no tienen conocimientos de nuestras reivindicaciones”, reza el comunicado que el sindicato ha publicado en su página y redes sociales. “Nosotros somos los representantes legales de los trabajadores y las leyes nos amparan para hacer esta labor. Tenemos la obligación y el derecho de negociar”, añaden. Lea aquí el comunicado íntegro.
UN EXPERTO CON LA ÚLTIMA PALABRA
Por su parte, fuentes de TMB aseguran que esperarán a que se pronuncien el resto de sindicatos para conocer la postura conjunta. Como han recordado los mismos interlocutores, la Generalitat ha dado una semana para conocer la posición en bloque del comité de huelga. Una posición que se preveía para este miércoles, cuando tienen previsto reunirse, aunque ya se ha adelantado el sindicato con más fuerza en la compañía pública.
El profesor en derecho laboral de la Universitat Pompeu Fabra Sergio Canalda ha explicado a Metrópoli Abierta que la figura del árbitro voluntario “es un instrumento muy potente”. Consiste en un profesional, experto en la materia, que interviene en una negociación encallada. Esta persona se escoge por ambas partes, es decir, que en este caso sindicatos y dirección de empresa propondrían una serie de nombres y deberían ponerse de acuerdo en seleccionar a uno.
TMB, A FAVOR DEL ARBITRAJE
Asimismo, el profesor ha señalado que la decisión del árbitro voluntario "es definitiva”. Por último, el experto en derecho laboral ha señalado que sería posible la opción de imponer un árbitro obligatorio en caso de no llegar a un acuerdo, como todo apunta. En este caso, la Generalitat, como mediador en la negociación, podría decir quién tendría la última palabra. Ante este hipotético escenario, la última baza de los sindicatos si se negaran a ello sería la de acudir ante la justicia.
Este martes por la mañana, tras conocerse la última propuesta de mediación, la presidenta de TMB, Mercedes Vidal, ha comparecido ante los medios para defender el arbitraje voluntario. “Llevamos más de un año y miedo haciendo propuestas, que no nos importa que haya un árbitro externo que dictamine cuál será finalmente el convenio de metro. La ciudadanía nos está exigiendo un acuerdo y también, nos lo están exigiendo los trabajadores de la empresa", ha aseverado.
SEPTIEMBRE, EN EL PUNTO DE MIRA
A la sombra de los paros de todos los lunes, la semana pasada se sumó la última propuesta del comité de huelga: paros durante La Mercè, la Diada de Catalunya y los días de Champions en los que juegue el Barça. Una vuelta de tuerca que ha llevado a la medida in extremis propuesta este martes sin éxito entre las principales filas sindicales.
Por su parte, el regidor de Ciutadans en el Ayuntamiento, Santiago Alonso ha valorado como positiva la propuesta y ha pedido responsabilidad a ambs partes para alcanzar un acuerdo lo antes posible. Eso sí, no ha desaprovechado la oportunidad para cargar contra el gobierno municipal así como contra la CUP.
"Constatamos cómo el gobierno ha sido incapaz de negociar, ha perdido su capacidad de liderazgo. Le tenemos que dar una vuelta a todo esto. También constatamos que algunos colectivos radicales han secuestrado a la plantilla del metro de Barcelona, en concreto la CUP, a través de sus sindicatos, radicalizando a la plantilla", ha asegurado ante los micrófonos.
ENCALLADOS EN UN ÚNICO PUNTO
Desde el sindicato UGT recuerdan que las negociaciones no han girado entorno a una subida salarial, sino a mejoras laborales en un convenio colectivo que se resiste a su actualización desde 2008, año desde el cual se prorrogó el texto laboral. Ahora está sobre la mesa la negociación del convenio que cubriría a la plantilla hasta 2019.
Tras los últimos encuentros con los paros parciales de los lunes en el ambiente, el único punto en el que no llegan a un acuerdo es uno: la compañía quiere crear dos nuevos turnos de trabajo (de 06:00 a 14:00 horas y de 14:00 a 22:00 horas), que se cubriría con personal ya contratado a tiempo parcial. Los sindicatos exigen que sus compañeros pasen a tener un contrato a tiempo completo.
El pasado lunes se celebró la novena jornada de paros parciales en el suburbano del metro barcelonés. Era el primero en el que participaba personal de la bolsa de verano, temporales que también se han querido sumar a la reivindicación de sus compañeros. Ahora mismo, un tercio de la plantilla de metro de TMB está de vacaciones, pero el espíritu de huelga sigue igual de vivo, según las apreciaciones de los representantes sindicales.