El carril bici que conecta la Zona Franca con el centro de Barcelona ha entrado en funcionamiento para avanzar en la movilidad no motorizada de la capital catalana y su entorno metropolitano y en la mejora de las conexiones de este medio de transporte.

El tramo que entra en funcionamiento es de 500 metros y permite a peatones y ciclistas superar de forma segura las barreras viarias que suponen la Ronda Litoral y el acceso al Puerto de Barcelona, con un carril de entre 2,2 y 2,4 metros de ancho y una acera de entre 1,8 y 4,9 metros.

La obra ha supuesto una inversión de 878.964 euros, un 16% de la cual ha ido a cargo del AMB y el resto del Ayuntamiento, dentro de la primera convocatoria de subvenciones del AMB para construir carriles bici y mejorar la conectividad metropolitana.

El carril bici y la acera están separados por un pavimento guía para facilitar la circulación segura de personas ciegas, y cuenta con un sistema de detección de bicicletas y un pulsador para peatones en el cruce regulado con semáforos más cercano de la calle A.

COMBATIR LA ACCIDENTALIDAD 

La concejal de Movilidad de Barcelona, Mercedes Vidal, y el vicepresidente de Movilidad y Transporte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Antoni Poveda, han sido los encargados de inaugurar este martes este carril.

Vidal ha abogado por mejorar la infraestructura ciclista para combatir la accidentalidad y la contaminación, y ha resaltado "la firme apuesta que está haciendo el Ayuntamiento por este modo de transporte, ganando kilómetros de carril bici tanto dentro de la ciudad como en las vías de entrada y salida metropolitanas".

Poveda ha destacado que en el área metropolitana se priorizan la bicicleta y los peatones apostando por la movilidad sostenible y limpia, también para acceder a polígonos industriales: "Por fin peatones y bicicletas pueden llegar de forma segura desde Barcelona hasta el principal polígono industrial de Catalunya", ha celebrado.

 

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