Ya se ha pasado la una de la tarde y el monumental atasco que ha sorprendido a los barceloneses desde primera hora de la mañana está levantando ampollas. Indignación, incredulidad, paciencia y resignación. Esos son los sentimientos que acompañan a los sufridos conductores y viandantes que han visto trastocada su vida diaria por algo tan simple como la cera de las velas, la que quedó en el tramo de Diagonal, y algunas calles adyacentes, donde se celebró la manifestación como protesta por el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cruixart.
Además, los servicios de limpieza ni siquiera saben cuándo van a poder abrir al tráfico una de las vías más importantes de la ciudad. Esperan que sea a lo largo de la tarde, aunque no se atreven a dar una hora.
Paseando por el tramo entre Balmes y Enric Granados aún se pueden ver manchas de cera tanto en la calzada como en las aceras, una cera muy resbaladiza que supone un serio peligro sobre todo para viandantes, moteros y ciclistas.
INDIGNACIÓN
El malestar entre los conductores que se han visto atrapados en el atasco es monumental.
Juanjo, taxista, cree que es impropio de una ciudad como Barcelona que pasen estas cosas: “¿Cómo es posible que la simple cera cause este atasco? ¿Y cómo es posible que no sepan como limpiarla? No lo entiendo. Pero nosotros estamos aquí, parados, sin poder trabajar, con media ciudad colapsada. Además, no sé porque se permite a nadie poner las velas en el suelo. Pero, claro, ahora las consecuencias las pagamos los demás”.
No es el único que se queja de la situación. Ignacio es transportista y reconoce que lleva toda la mañana nervioso porque no puede llegar a tiempo a entregar la mercancía: “Menos mal que los clientes lo entienden, pero no hay derecho que sucedan estas cosas. Me parece bien que la gente salga a la calle a reivindicar lo que quiera, pero deberían dejar las calles como las han encontrado. Ahora somos otros los que tenemos que sufrir. Yo llevo más de una hora y media metido en este atasco, llamando a los clientes explicándoles lo que hay, pero nadie me va quitar ni los nervios ni las pérdidas económicas”.
DIMISONES
También está cabreado Albert. Ha tenido que anular una reunión importante. “No lo entiendo. Esta situación es kafkiana. Me he encontrado en el atasco y cuando me he enterado que ha sido por la cera que hay en la calle... ¿Nadie ha sabido prever que esto podía pasar? Dicen que los servicios de limpieza están trabajando desde las once de la noche, ¿y no han sabido limpiarlo? Es alucinante. Estoy muy cabreado tanto con los que dejaron la cera como con los que no han sabido arreglar este desaguisado. ¿Alguien dimitirá por esto? No creo”.
Tampoco está muy contento Jordi. Asegura que lleva más de tres cuartos de hora metido en el atasco, y le indigna tanto el motivo del mismo como la falta de previsión de los responsables municipales. “Es alucinante y difícil de entender, pero en esta ciudad ya empezamos a estar acostumbrados a este tipo de situaciones. Alguien debería poner remedio para que estas cosas no vuelvan a suceder. Dejar la cera en el suelo es una irresponsabilidad, pero no saber cómo limpiarla en toda la noche es una falta de previsión tremenda. Pero al final nadie será responsable del atasco y nadie asumirá los errores cometidos”.
Mientras tanto, el tráfico sigue moviéndose con una lentitud exasperante. Y los viandantes aprovechan la situación para inmortalizar el 'atasco de la cera'.