“Esto es un bombazo”. Así han valorado los taxistas de Barcelona la regulación que ha impulsado el consistorio que dirige Ada Colau para los vehículos de menos de nueve plazas. En el documento al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta se especifica que solo podrá haber una licencia de alquiler de vehículo con conductor (VTC) por cada 30 de taxi. Dicho de otra forma: Uber y Cabify lo tendrán difícil para seguir operando en Barcelona.

Según especifica, “cada autorización de actividad tiene un único titular y está referida a un vehículo concreto”. De este modo, “la autorización a un titular no comporta la autorización a todos los vehículos de los que el autorizado sea propietario o explorador”. El objetivo es reducir las licencias sin superar en ningún caso el límite de 1/30.

REDUCIR LA CONTAMINACIÓN EN BARCELONA

Asimismo, con esta propuesta, el Ayuntamiento pretende reducir la fuerte contaminación de la ciudad. Por eso, las sanciones por incumplimiento oscilarán entre los 250 euros –para las más leves– hasta los 4.000 euros –para las más graves.

“Estamos hartos de que Uber y Cabify no estén regulados”, ha explicado el portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, a Metrópoli Abierta. “El Ayuntamiento está poniendo las cosas en su sitio, por fin”, ha añadido. El sector del taxi está recogiendo sus frutos después de varias manifestaciones y de ganarle el pulso a Uber gracias a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El reglamento se aprobará el próximo 27 de febrero. Pero no es oro todo lo que reluce porque después de eso las partes dispondrán de 30 días hábiles para hacer sus respectivas alegaciones. “Que hagan lo que quieran, que al final los echaremos de la ciudad”, ha contado Álvarez. Los taxistas más guerrilleros de Barcelona lo tienen claro: seguirán luchando hasta donde haga falta.

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