Los cinco desfases del transporte público de Barcelona
Los deberes del metro y autobús para convertirse en un servicio de calidad
14 julio, 2018 12:56Noticias relacionadas
TMB es la empresa pública que gestiona el servicio de metro y autobuses de Barcelona. Cientos de miles de usuarios utilizan cada día la red de transporte público para desplazarase por la ciudad. Aunque el servicio ha mejorado bastante en los últimos años, todavía hay ciertos aspectos a mejorar, especialmente si desde el Ayuntamiento se mantiene una política de restricción del uso del coche por la ciudad.
CONGESTIÓN DEL METRO EN HORA PUNTA
El metro en hora punta, cuando la gente entra o sale de trabajar, funciona en muchas líneas abarrotado de usuarios, que se amontonan en el andén esperando que llegue el convoy sin saber si podrán subirse. Líneas concurridas como la L1, la L3 o la L5 viajan hasta los topes entre las 7 y las 9 de la mañana y por la tarde de 18 a 19 horas.
Semanas en las que la ciudad se llena de visitantes, como durante el Mobile World Congress, el uso del suburbano resulta una agonía para muchos de sus usuarios.
CAMBIO DE LÍNEAS DE AUTOBÚS
TMB ha iniciado una reordenación de las líneas de autobús que circulan por Barcelona, para implementar la red ortogonal, lo que está provocando numerosas quejas de vecinos, que en algunos barrios han llegado a manifestarse para exigir la permanencia de rutas clave para su movilidad.
Las personas mayores, principales usuarios de la red de autobús, quedan en muchos casos desorientados cuando se producen estos cambios, pues el cambio de sus rutinas les afecta de manera especial.
CARTERISTAS
La seguridad es una de las principales preocupaciones de los usuarios del metro. Los rateros trabajan en los trayectos más turísticos, buscando al despistado que les facilite el hurto. La policía tampoco puede hacer mucho, pues si detiene a un ladrón pero no ha robado más de 400 euros la condena se queda en una simple multa.
TECNOLOGÍA
Barcelona cuenta con el Congreso de telefonía móvil más importante del mundo y aspira a ser capital del 5G, pero para acceder al metro y autobús todavía se utilizan billetes de cartón. Las nuevas tecnologías no están conectadas con la red de transporte público, más allá de algún cargador rápido en trenes.
ACCESIBILIDAD EN EL METRO
Mientras la red de autobuses es 100 % accesible para personas con movilidad reducida, en el Metro todavía existen estaciones en las que no hay ascensor para que este colectivo pueda utilizar el servicio.
Aunque ya existe un plan para convertir toda la red de metro en accesible, todavía pasarán unos años hasta llegar a este objetivo y el problema se agrava si se tiene en cuenta que las estaciones más concurridas, que son las que conectan varias líneas, son las que mayores problemas sde movilidad presentan.
Paradas tan transitadas como Plaza de Espanya, Maragall, Verdaguer, Urquinaona o Clot no están adaptadas a las personas de movilidad reducida, que por ese motivo prefieren utilizar mayoritariamente la red de autobuses.