La movilidad es uno de los problemas endémicos de Barcelona, ciudad encajada entre la montaña y el mar. La construcción masiva de carriles bici desde 2015 ha suscitado muchas tensiones entre los vecinos, que suspenden la gestión realizada por el equipo de gobierno de Barcelona en Comú con el conflicto del taxi, los colapsos en las entradas y salidas a la ciudad, y la más reciente proliferación de patinetes, según el segundo Barómetro elaborado por Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta.

Los barceloneses, según el estudio demoscópico, se muestran muy críticos con el papel de Ada Colau en el conflicto de competencia entre el sector del taxi y las VTC. Los conductores del taxi tradicional llegaron a bloquear la ciudad unos días el pasado verano. Los ciudadanos puntúan con un 4,0 la gestión municipal ante esta situación.

Las críticas más severas a los actuales rectores del consistorio proceden de los individuos de mayor edad (de 45 a 74 años), los residentes en Sarrià-Sant Gervasi (3,1), los que se desplazan en coche (3,5) o a pie (3,6), los que se plantean un cambio de residencia fuera de Barcelona (3,5) y los votantes de Ciutadans (3,2).

ENTRADAS Y SALIDAS A LA CIUDAD

El actual gobierno municipal tampoco ha sabido resolver la problemática del tránsito en los accesos y salidas de Barcelona. Los barceloneses ponen un 4,3 a la alcaldesa. Los sectores más críticos son los individuos de 45 a 54 años (3,8), los residentes en Sarrià-Sant Gervasi (3,9), los que se desplazan en coche y moto (3,5), los que se desplazan en taxi (3) y los que sopesan irse de Barcelona (3,6).

La movilidad en Barcelona también se ha visto alterada en los últimos meses por el importante incremento de patinetes en las calles. La permisividad gubernamental solivianta a los barceloneses, que en esta materia puntúan con un 3,7 a Colau.

LA PROLIFERACIÓN DE PATINETES

Los ciudadanos más críticos con la proliferación de patinetes en Barcelona son los de estatus medio bajo-bajo (3,2), los habitantes de 65 a 74 años (2,9), los residentes en el Eixample (3,1), Sarrià-Sant Gervasi (3,2) y Nou Barris (3,2), los que se desplazan a pie (2,7) y los votantes de Ciutadans (2,8), la CUP (2,9) y CiU (3,1) en las últimas elecciones municipales.

Las tensiones con el bicing, en cambio, parece que van a la baja. El 5,7% de los barceloneses asegura que utiliza este servicio para desplazarse por la ciudad. No obstante, un 5,6% de ciudadanos considera, actualmente, que hay un exceso de bicis en Barcelona. En junio, el porcentaje era del 5,9%.

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INSEGURIDAD Y SUCIEDAD, LOS GRANDES PROBLEMAS

El gobierno de Colau no ha resuelto el problema de la movilidad, aunque su gestión es mucho más criticada por su incapacidad para frenar la inseguridad y la suciedad en las calles de la Ciudad Condal. El malestar actual es superior al de hace cuatro meses. En octubre, el 65% de los barceloneses afirmaba que estaban descontentos con la gestión de la alcaldesa. En junio, el porcentaje era del 57%.

Los vecinos de Barcelona, mayoritariamente, piensan que la ciudad está hoy peor que durante el mandato de Xavier Trias. Un dato del estudio demoscópico es muy elocuente: uno de cada tres barceloneses dice que ha sufrido un acto delictivo desde 2015.

LA VIVIENDA NO MEJORA

El problema de la vivienda tampoco mejora en Barcelona. Los ciudadanos puntúan con un 4,2 la gestión al actual gobierno municipal.  Los precios oscilan muchísimo en función de los distritos. Una vivienda de alquiler en Sarrià-Sant Gervasi cuesta el doble que en Nou Barris.

El turismo, en cambio, ya no suscita tanto rechazo en Barcelona. Este problema es percibido mayoritariamente en Ciutat Vella y Eixample, sobre todo en las calles próximas a la Sagrada Família.

El estudio demoscópico también analiza la valoración de los barceloneses sobre los servicios públicos. Los mejor considerados son los mercados municipales, el metro y el suministro del agua. Las peores notas son para la Guàrdia Urbana y la limpieza.

Los resultados obtenidos en esta encuesta del Centre d'Estudis Sociològis sobre el grado de satisfacción y descontento de los barceloneses se han obtenido tras realizar 600 entrevistas a hombres y mujeres de 18 o más años empadronados en Barcelona, con derecho a voto en las elecciones municipales de 2019. El nivel de confianza para los resultados es del 95,5%. El trabajo de campo mediante entrevistas se realizó entre el 8 y el 17 de octubre de 2018.

 

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