Los vigilantes del Aeropuerto desconvocan la huelga para el MWC
El personal de seguridad abandona la medida que tenía prevista para la próxima semana
13 febrero, 2019 10:58Noticias relacionadas
El personal del Aeropuerto de Barcelona-Josep Tarradellas, ha decidido levantar la huelga que tenía prevista para la próxima semana, coincidiendo con el Mobile World Congress, que se celebrará del 25 al 28 de febrero. Los vigilantes de los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona han desconvocado los paros que tenían previsto realizar entre el 24 de febrero y el 3 de marzo, tras llegar a un acuerdo con la empresa.
Con la mediación del departamento de Treball de la Generalitat, el Comité de Empresa y la dirección de la compañía Trablisa firmaron este martes un acuerdo de desconvocatoria de huelga. Según ha explicado el asesor de la plantilla, Juan Carlos Giménez, empresa y comité han alcanzado un acuerdo sobre todas las reivindicaciones referidas a temas de organización de trabajo y de formación que reclamaban los trabajadores. Sin embargo, la plantilla también pide el complemento salarial de 200 euros del laudo arbitral de obligado cumplimiento dictado para poner fin a las protestas de estos trabajadores en el verano de 2017 y que, posteriormente, fue absorbido por nuevos pluses acordados con la empresa.
JUDICIALIZACIÓN DEL CONFLICTO
El Comité de Empresa ha decidido judicializar este asunto y llevarlo al juzgado de lo social al considerar que los trabajadores de El Prat tienen que cobrar, a parte de los pluses, estos 200 euros, cosa con lo que la empresa no está de acuerdo. La huelga coincidía con los días del Congreso Mundial de Móviles, que este año se celebra del 25 al 28 de febrero en el recinto ferial de Gran Via y que prevé superar los 107.000 visitantes, en su mayoría internacionales y que llegan en avión a la ciudad.
Se trata del mismo colectivo de trabajadores que hizo huelga el verano de 2017 en el Aeropuerto para exigir mejoras laborales a Eulen, la empresa que entonces se encargaba de prestar este servicio, lo que generó importantes colas de viajeros en los controles de seguridad y acabó con un laudo arbitral de obligado cumplimiento.