Para saber si se puede poner Barcelona en la categoría de smart city es necesario definir primero en qué se basa esto de las ciudades inteligentes. Y no es cosa fácil, se trata de un concepto emergente, que no se identifica del mismo modo en todas las culturas. Sin embargo, sí existen algunas variables que están consensuadas como parámetros que debe cumplir un espacio urbano para entrar en esta categoría.
Una smart city es una ciudad que orienta sus recursos a implementar tecnologías que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y del planeta. Se considera que estas implementaciones deben estar especialmente enfocadas en el uso del internet de las cosas con una perspectiva de sostenibilidad.
SINGAPUR, REFERENTE MUNDIAL
Si tomamos como ejemplo Singapur, la ciudad-nación internacionalmente reconocida como la más inteligente del mundo, encontramos que ha incorporado a la perfección el internet de las cosas con niveles muy altos de eficiencia en lo que respecta a servicios de salud, movilidad inteligente y cooperación entre la empresa pública y la privada.
Una de las bazas más fuertes de la ciudad es la movilidad. En un momento en el que el planeta vive una crisis medioambiental, en gran parte causada por la polución que emiten los vehículos, Singapur ha hecho posibles soluciones de tráfico inteligente y conectado. Y no solo eso, ha beneficiado políticas energéticas que propician una mayor dinámica de vehículos compartidos y eléctricos en la población.
TERCERA POSICIÓN EN EL RÁNKING MUNDIAL
Según el informe “Smart cities:understanding the challenges and opportunities”, Singapur, Londres y Barcelona- por este orden- se consideran las ciudades más inteligentes del mundo.
En él se han considerado, entre otras, las variables consensuadas a nivel mundial: servicios sanitarios, movilidad inteligente, seguridad y productividad para elaborar un ránking en el cual Barcelona ocupa la tercera posición.
Infografía animada sobre las características de una smart city
Desde 2012 la ciudad condal incorpora internet de las cosas en el espacio urbano a modo de mejorar la experiencia que tienen las personas con la ciudad. Ha usado esta tecnología en sensores y aparcamientos inteligentes, sistemas de análisis de grandes cantidades de datos, alumbrado público y ha empleado grandes esfuerzos en crear plataformas para garantizar a sus ciudadanos una conectividad eficiente.
Además, es una ciudad que ha estado siempre a la vanguardia en lo que respecta a la incorporación de los vehículos eléctricos compartidos y de ofrecer alternativas de movilidad tanto privados como públicos.
Actualmente ha dado un paso más en innovación inaugurando el primer laboratorio 5g, en el que las start up podrán desarrollar sus innovaciones bajo esta tecnología. De este modo, Barcelona se ha convertido en el primer laboratorio europeo de innovación digital para validar la red 5g.
MOVILIDAD INTELIGENTE
La capital catalana está lejos de igualarse a Singapur en muchos aspectos, sin embargo, en términos de movilidad inteligente tiene muy buenos resultados. Resulta difícil imaginar una ciudad que pretenda considerarse inteligente y que no emprenda proyectos para entrar en una transición energética hacia la energía eléctrica. Teniendo en cuenta que el transporte urbano es el responsable del 25% de las emisiones de CO2 en todo el país, cabe esperar que la movilidad sea uno de los puntos claves que marcan la diferencia en una smart city.
Así, compañías de referencia que trabajan por una transición energética, han ayudado a hacer posible una movilidad más sostenible en la ciudad. Es el caso de Endesa, que tiene instalados alrededor de la ciudad varios puntos de recarga para coches eléctricos y que tiene como objetivo crear una red de 108.000 puntos en los próximos cinco años en todo el Estado.
UN PLAN PARA LA CIUDAD
No cabe la menor duda de que Barcelona sí es una smart city que no ha dejado de buscar innovar en todos los ámbitos. Por ahora, la ciudad ha iniciado este año su Nuevo Plan de Movilidad Urbana, estipulado hasta 2024 para seguir incorporando mejoras eficientes y sostenibles.
La idea del Plan es conseguir un incremento de la movilidad a pie con la creación de espacios seguros para los peatones, y a su vez incrementar el uso de bicicletas, patinetes, transporte público y servicios de vehículos compartidos para reducir el tráfico y la accidentalidad. Uno de los principales objetivos para 2024 que en los que se orienta el plan es en aumentar la proporción del consumo de energías renovables y limpias.