El taxi continúa sin respuestas. La crisis derivada de la pandemia sigue golpeando al sector sin que la administración actúe. La modificación para facilitar la regulación de la oferta de taxis anunciada a finales de agosto por el IMET no espera aprobación hasta finales de año, por lo que los conductores han llegado a su límite.

Tras pasar un verano con mínimos de facturación, la demanda tampoco ha experimentado el incremento esperado en septiembre. Ante esta situación, los principales colectivos del taxi en Barcelona y el área metropolitana han decidido emprender acciones legales contra las administraciones de las que esperaban unas ayudas que nunca han llegado.

DEMANDAS

Las demandas del sector se dirigen hacia tres instituciones: el Institut Metropolità del Taxi (IMET), la Generalitat y el Ministerio de Fomento. El Secretario de la Unión de Barcelona del STACJaime Sau, explica que el litigio contra el organismo metropolitano será una "reclamación administrativa" que podría "desembocar en un contencioso" administrativo. En este sentido, el portavoz destaca que el IMET "no regula como corresponde" pese a tener "competencias" para ello. Además, el taxi considera que no ha recibido "una respuesta suficientemente sólida" ante la petición de un "argumento jurídico" que justificara su inacción.

Las querellas también llegarán a la Generalitat y al Ministerio de Fomento, institución que sí ha ayudado a "otros transportes como los autobuses" mientras que el taxi no ha recibido nada más allá de los "autónomos". Por ello, los conductores consideran que su sector "ha sido agraviado".

Según explica Sau, estos procedimientos están en manos del bufete barcelonés Aleix Canals Advocats, además de contar con el asesoramiento de Marc Tarrés, "profesor de Derecho" Administrativo de la Universitat de Barcelona.

PROTESTAS

Al margen de las acciones legales previstas, las asociaciones de taxistas también han decidido organizar actos de protesta "ante la falta de concreción de las administraciones en las diferentes ayudas e iniciativas que necesita el sector para sobrevivir".

Protesta de taxistas en Barcelona / EFE



En esta línea, el secretario del STAC argumenta que "todavía hay que hablar" sobre qué se hará y los posibles escenarios para las reivindicaciones, por lo que actualmente se están produciendo reuniones para adoptar decisiones adaptadas a la "situación del Covid".

BAJO MÍNIMOS

La facturación de los taxistas continúa bajo mínimos. Lejos del posible cambio de tendencia en la demanda para septiembre, Sau asegura que "no se ha reactivado" como se esperaba, y apunta a diversos factores. "Las noticias de confinamiento de Madrid no ayudan, los vuelos están bajo mínimos, la noche está muerta... Algo se ha mejorado respecto a agosto pero no lo suficiente para hacer viable nuestra actividad", explica.

El secretario del sindicato apunta que "las administraciones se están desentendiendo del taxi", mientras que deberían "velar por el equilibrio de la actividad" al tratarse de un "sector regulado y un servicio público". Entre las posibles ayudas que podrían recibir los conductores, Sau ha indicado la intercepción de "bancos para más de 3.000 licencias pignoradas, ofrecer nuevos nichos de mercado, estimular la demanda" y ofrecer facilidades en la adquisición de productos contra el coronavirus, como "geles y mascarillas". Todo para evitar que el taxi vuelva a ser uno de los principales afectados por la pandemia en materia de movilidad.

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