El carril bici de la calle Aragó suscita muchas críticas. Debates acalorados. Días después de que comenzaran las obras en esta vía, ya se escuchan las primeras quejas. A las dudas sobre la convivencia entre vehículos privados y bicicletas, se suma ahora la ubicación de los contenedores. Los barceloneses deberán tirar sus basuras desde la calzada, con riesgo de colisión con los vehículos de dos ruedas.
Algunos de los tramos, de los 4,8 kilómetros de la vía barcelonesa, ya tienen el espacio delimitado para que en poco tiempo las bicicletas y los patinetes puedan circular, y esto hace que los vecinos comiencen a detectar los fallos y riesgos que puede provocar esta iniciativa urbanística del equipo de gobierno de Ada Colau.
LA SEGURIDAD DE LOS TRANSEÚNTES, EN RIESGO
Son muchos los que han criticado a través de las redes sociales la eliminación de un carril de circulación para los vehículos privados. Consideran que la anulación de este espacio desde la avenida de la Meridiana hasta la calle de Tarragona será negativo para el tráfico en la ciudad. Algunos van más allá y se plantean la seguridad de los transeúntes.
El carril bici, que se espera que esté listo a mediados de enero y que tiene una gran carga simbólica y política en la lucha de la alcaldesa contra el uso del coche privado, se está construyendo en el lado mar del eje barcelonés y será unidireccional, en el sentido de la circulación.
POCO ESPACIO PARA TIRAR LA BASURA
Su desarrollo urbanístico no tendría que suponer ningún problema, si no fuera porque los contenedores quedan desplazados entre medio del carril y la calzada destinada a los vehículos. El hecho que los recipientes de residuos se hayan movido de sitio pone en riesgo a los vecinos que deban tirar la basura. Estos deberán cerciorarse de que no viene ninguna bicicleta o algún vehículo de movilidad personal a motor con el que puedan tener un accidente al cruzar. Además, durante esta acción, quedarán expuestos a cualquier colisión, ya que el equipo de urbanismo del consistorio ha dispuesto del un espacio de seguridad insuficiente para los viandantes.
Tal y como se puede ver en la fotografía que circula por redes sociales y que muestra el nuevo carril bici de la calle Aragó entre Pau Claris y Casanova, hay poco espacio delimitado para los vecinos. Estos deberán tirar sus bolsas de basura con temor a ser atropellados por los usuarios de los vehículos de tracción personal.