Barcelona en Comú y el PSC están en pie de guerra. De bronca, en bronca. La eliminación de los peajes de las autopistas del Estado en Cataluña ha abierto un nuevo foco de tensión entre los comunes y los socialistas, que defienden posturas antagónicas. Mientras el partido de Jaume Collboni celebra su retirada, el de Ada Colau asegura que esta medida tendrá un impacto negativo para Barcelona.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha exigido este jueves establecer un sistema de pago para las vías que han quedado libres de coste, haciendo especial hincapié en la necesidad de adoptar esta medida para "desincentivar" el uso del vehículo privado.
EL PSC CELEBRA LA MEDIDA
Las declaraciones de la edil de BeC se han producido después de que el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, asegurara este miércoles que "el fin de los peajes supone acabar con un agravio y un desequilibrio territorial".
La concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, también se ha pronunciado este jueves sobre el fin de los peajes. La regidora ha afirmado que el levantamiento de barreras en las autopistas "es una buena noticia", ya que "revierte un desequilibrio territorial y mejora la seguridad viaria".
De esta forma, ha quedado reflejado un nuevo enfrentamiento entre comunes y PSC que, como en otras cuestiones relativas a la ciudad, han chocado una vez más.
PEAJE URBANO
La posibilidad de implementar un peaje urbano ya enfrentó a las dos formaciones que configuran el gobierno municipal. En octubre del pasado año, el Ayuntamiento dio su visto bueno al estudio de la implantación de un peaje urbano para entrar en la capital catalana en caso de que no se produzca una mejora de la calidad del aire.
La propuesta provocó un choque entre las dos formaciones del gobierno municipal. Mientras que Eloi Badia, concejal de los comunes, defendía la opción de implementar este pago, la edil socialista Rosa Alarcón insistió en que abrir este debate “es empezar la casa por el tejado” y remarcó que antes hay que trabajar en otras cuestiones.
DISCREPANCIAS EN AUMENTO
En los últimos meses, el PSC y los comunes han chocado en algunos temas estratégicos. Por ejemplo, en la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, defendida por los socialistas pero muy criticada por la alcaldesa Colau.
Las tensiones entre ambas formaciones también se evidenciaron en la oposición de Barcelona en Comú respecto a la construcción del Hermitage. Collboni, en cambio, se ha manifestado a favor de esta iniciativa que tendría un gran impacto económico para la ciudad.
La gestión del nuevo sistema de recogida puerta a puerta de la basura en Sant Andreu, una apuesta dogmática de los comunes, disgusta al PSC. Los socialistas critican que los comunes no informaran previamente a los vecinos de una iniciativa que tiene mucho rechazo en el distrito.