Los bloques de hormigón son percibidos como una molestia para los ciudadanos, tal y como la encuesta digital realizada por Metrópoli. Los sectores más vinculados a la movilidad de la ciudad también aconsejan su retirada. Eso sí, con matices. Estéticamente no gustan. El Gremi de Restauració, no obstante, recalca que los New Jersey han salvado muchos negocios en Barcelona, pero su director general, Roger Pallarols, admite que algunas calles, como Consell de Cent, están saturadas. A continuación reproducimos su opinión; la de Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta (comercios muy vinculados con el turismo); Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi; Jaime Alguersuari, periodista y portavoz de Motoristes BCN, y Paco Narváez, exconcejal de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona.

PACO NARVÁEZ (EXCONCEJAL DE MOVILIDAD)

Paco Nárvaez, exconcejal de movilidad, en un debate de Metrópoli / ARCHIVO



El exconcejal de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona sostiene que “los bloques de hormigón son percibidos, de manera inmediata, como algo agresivo por los ciudadanos”. “Coches, motos y patinetes los ven como una amenaza. La misma percepción tienen los peatones. En cambio, gustan a los ciclistas porque ellos buscan obstáculos que les alejen de los coches”, añade. Nárvaez recuerda que Barcelona, desde la etapa de Pasqual Maragall como alcalde, “intentó retirar todos los elementos que molestaban en el espacio público”. El ex concejal de movilidad considera "normal" el amplio rechazo de los barceloneses a los bloques de hormigón que se colocaron en algunas calles, sobre todo del Eixample.

ROGER PALLAROLS (GREMI DE RESTAURACIÓ)

Roger Pallarols, director general del Gremi de Restauració / LENA PRIETO



El director general del Gremi de Restauració expone los beneficios e inconvenientes de los bloques de hormigón para su sector y los barceloneses. “No juzgamos si su colocación es o no un acierto. No obstante, recordamos que ganar espacio para el peatón y el ciudadano es una política que tiene recorrido en Barcelona”, comenta Pallarols. “Hay que tener en cuenta el cómo y el cuándo. Sobre el cómo es obvio que a nivel estético se pueden mejorar. Sobre los tiempos, hay que acompasar determinadas decisiones a la evolución de la crisis para evitar que, sin quererlo, compliquemos todavía más la reactivación de determinadas zonas. Por último, creemos que no es un drama revertir determinadas decisiones. El nivel de saturación de calles como Consell de Cent es preocupante”, añade el director del Gremi de Restauració.

Pallarols, asimismo, destaca que los New Jersey han salvado muchos negocios: “Su presencia temporal en el espacio público no es un drama. El drama hubiera sido que los locales de restauración hubieran desaparecido”.

GABRIEL JENÉ (BARCELONA OBERTA)

Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta / PABLO MIRANZO



El presidente de Barcelona Oberta, que agrupa a los principales ejes comerciales turísticos de la ciudad, expone que “los bloques de hormigón son un peligro para la circulación”. Jené, crítico con las políticas de movilidad del Ayuntamiento, añade: “Desde Barcelona Oberta seríamos partidarios de retirarlos por la inseguridad que generan y por la estética. Si se mantienen solo por los ciclistas, hay muchas alternativas de separadores viales de carril bici efectivas y más harmoniosas con el entorno”.

TITO ÁLVAREZ (ÉLITE TAXI)

Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi / ARCHIVO



El portavoz de Élite Taxi también se posiciona a favor de la retirada de los bloques de hormigón. Recuerda que “llegaron con la pandemia, para seis meses” y pide un análisis y una reflexión sobre las molestias y accidentes que han ocasionado desde su colocación. “La gente también tiene que diferenciar los bloques de hormigón de los New Jersey que se colocaron en muchas terrazas. Estos bloques ralentizan la circulación y no comportan ningún beneficio para el sector del taxi. Son un error total”, sentencia Álvarez.

JAIME ALGUERSUARI (MOTORISTES BCN)

Jaime Alguersauri / ARCHIVO



Jaime Alguersuari, empresario, periodista y padre del ex piloto de Fórmula 1, es el portavoz de Motoristes BCN y siempre se ha mostrado muy crítico con los planes de movilidad del gobierno municipal que lidera Ada Colau. Sobre los bloques de hormigón, asegura que "son un crimen" y lamenta su peligrosidad en una ciudad como Barcelona en la que diariamente circulan unas 300.000 motocicletas. "Colau dice que estos bloques son feos, pero sobre todo son peligrosos. La alcaldesa no puede imponer sus ideas sin un acuerdo global de ciudad", sentencia Alguersuari, uno de los expertos más críticos con el urbanismo táctico del gobierno de Colau.

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