La guerra contra el vehículo privado que mantiene la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su gobierno municipal, tiene ya a una nueva arteria de la capital catalana bajo amenaza.
La avenida de Madrid será otra víctima de la persecución municipal, bajo la cuestionable premisa de que los barceloneses quieren apostar por calles más amables y con menos coches que se predica repetidamente desde la plaza de Sant Jaume.
La vía, que conecta L'Hospitalet de Llobregat con el centro de Barcelona, perderá carriles de circulación para dar paso a una ampliación de las aceras, un carril bici bidireccional y otorgar protagonismo al verde urbano, como afirmaron los concejales Joan Ramon Riera y Marc Serra a betevé. La modificación se encuentra lejos de un acuerdo unánime entre los vecinos de la avenida Madrid y sus inmediaciones.
ATASCOS
Pol, un joven vecino de Les Corts, muestra su rechazo al planteamiento municipal. Para defender su postura, asegura que estas modificaciones provocarán atascos en la avenida. El residente explica que puede entender el cambio por una "cuestión medioambiental", pero se aleja de este posicionamiento en favor de evitar un caos circulatorio en la avenida.
La postura de Pol la comparte Laia, residente de Sants. La vecina no quiere que "la avenida de Madrid se convierta en un colapso" como sucede otras "calles secundarias" de la zona que disponen de carril bici. Laia cita como ejemplo "las mañanas en la calle de Joan Güell".
Julia, por su parte, cree que mantener la actual estructura de la avenida de Madrid es la mejor opción. No reside en la zona, pero sí lo hace su hijo, a quien visita con frecuencia. "No me había planteado cómo serían los cambios aquí, pero creo que la avenida ya está bien como está. Yo la dejaría así", sentencia.
ACERAS Y CARRIL BICI
Albert, vecino del distrito de Les Corts, sí se muestra partidario de una reforma que conlleve la "ampliación de las aceras". En este sentido, cree que sería necesario "eliminar un carril" de circulación para incrementar el espacio para el peatón. Este residente, además, no cree que la reforma conlleve "atascos".
Para Borja, que se mueve en bicicleta por la ciudad habitualmente, el futuro carril es "lo mejor que pueden hacer" para "prevenir accidentes" y hacer que los ciclistas que quieran circular por la avenida "se sientan seguros".
"TRABAJAMOS EN LA CALLE"
Daniel, un taxista barcelonés que espera la llegada de un cliente en la avenida Madrid, recuerda al gobierno municipal que los chóferes trabajan "en la calle", y lamenta que la reducción de carriles siga adelante.
El conductor, además, denuncia la ampliación de las "zonas 30" en la ciudad y las medidas de urbanismo táctico adoptadas por el Ayuntamiento, pero se muestra preocupado por la afectación que provocan a la "rapidez del servicio".
Edgar, que trabaja como repartidor en una empresa de mensajería, cree que los cambios complicarán su jornada por el incremento de tráfico: "Me causaría retrasos cada día".
REFORMA
El proyecto, que afectará a la avenida de Madrid y parcialmente a la calle de Berlín, supondrá una ampliación de las aceras, la implementación de verde urbano y añadirá un carril bici bidireccional, unos trabajos que según Riera y Serra estarán consensuados con los vecinos y comerciantes. La iniciativa supondrá una inversión de 589.000 euros.