El nuevo túnel de Glòries controlará exhaustivamente la velocidad a la que circularán los conductores que hagan uso de la infraestructura. Un radar de tramo vigilará que no se excedan los 50 kilómetros por hora en la totalidad del túnel.
Las cámaras vigilarán que la velocidad a la que circulan los usuarios es la correcta a lo largo de los 958 metros con los que cuenta el túnel, ya que se trata de un radar de tramo.
FUNCIONAMIENTO A LA ESPERA
El tramo en sentido Besòs, que abrirá al tráfico el próximo sábado, cuenta con el radar listo para su funcionamiento a la entrada de la galería, situada en la confluencia de la Gran Via con la calle de Padilla.
Dos cámaras serán las encargadas de identificar a los vehículos para la posterior sanción, pero este sistema no se activará todavía. El consistorio barcelonés quiere esperar a que la vía en sentido Llobregat esté abierta al tráfico para poner en marcha el sistema, por lo que aún no hay una fecha concreta para su funcionamiento.
RADARES
Este nuevo radar se añade a la red ya existente en la ciudad. Respecto a los de tramo, destacan el de tramo de la Rambla de Badal, así como el de la Ronda de Dalt entre las salidas 3 y 1, en sentido Besòs. También destacan los de la Ronda Litoral, no exentos de polémica.
Durante el primer semestre del año, entre enero y junio, los agentes de la Guardia Urbana han interpuesto unas 79.000 denuncias, 5.000 más que en el mismo periodo de 2019. Los radares de Barcelona han cazado a una media de 1.447 conductores diarios que iban a más velocidad de la permitida.