La implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) continúa con una férrea oposición en Barcelona. La medida, cuyas restricciones no solo afectan a particulares sino que también llegan a profesionales, volverá a generar nuevas protestas en la capital catalana.
Esta vez, los transportistas serán quienes salgan a la calle para expresar su rechazo a las limitaciones. El sector ha agotado la moratoria de la que disponía sin que las administraciones hayan adoptado medidas al respecto, lo que ha comprometido la actividad de numerosos trabajadores que han dicho basta.
Ante esta situación, grupos de transportistas se han unido para exigir soluciones mediante la convocatoria de múltiples protestas que colapsarán diferentes puntos de la ciudad.
MANIFESTACIONES
El plan de los conductores pasa por paralizar algunas vías principales de la capital catalana mediante la realización de marchas lentas y una concentración en horas punta.
La primera marcha tendrá lugar el 20 de noviembre, entre las 09.00 y las 12.00 horas. El 22 y 24 de noviembre están previstas otras dos convocatorias de 18.00 a 20.00 horas. Las tres protestas se iniciarán en la gasolinera BP de la C-58, ubicada en el municipio de Sabadell. Los chóferes se dirigirán hacia la Ronda de Dalt y la Ronda Litoral, donde llevarán a cabo las marchas lentas.
Los trabajadores han previsto otra protesta en diciembre. En este caso, será una concentración que colapsará la calle de Aragó. Por el momento, la hora de la movilización no está definida.
7.000 CAMIONES
Desde el sector aseguran que, debido a la restrictiva ZBE, un total de 7.000 camiones no podrán acceder a la capital catalana a partir del 1 de enero del próximo año. Por ello, los transportistas demandan la homologación de filtros y catalizadores para los camiones para evitar cambiarlos o, incluso, perder su trabajo.
Esta adaptación de vehículos para que puedan seguir circulando ya cuenta con una empresa dispuesta a ello. La automovilística Renault ya ha anunciado que, a partir de 2022, reacondicionará vehículos usados en su fábrica de Sevilla. Así, se facilitará la reducción de emisiones y la eliminación de los materiales más contaminantes. El paso de la marca francesa podría sumar a otras compañías a hacer lo propio, lo que dejaría en evidencia las contradicciones de la ZBE y su polémico criterio de selección de vehículos que ya ha llegado hasta el Parlamento Europeo.
DESPRECIO AL VEHÍCULO POR EL MOTOR
Desde la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (PARC) explican que la protesta está organizada por grupos de camioneros que les han requerido apoyo para protestar contra la medida. "Los transportistas han confiado en sus sindicatos y asociaciones que no han logrado acuerdos con la administración", afirman.
El colectivo recuerda que se trató sin éxito la instalación de catalizadores y elementos para reducir los contaminantes de estos vehículos, una situación que choca con "otros países" europeos que han evitado así las restricciones. "Se está despreciando todo un vehículo solo por un motor", aseguran.
La plataforma también hace un llamamiento a que los conductores que actualmente cuentan con el distintivo B se sumen a la protesta por la ZBE, ya que de lo contrario "van a caer fruto del inmovilismo".