La implantación de nuevos radares no cesa en Barcelona. El Ayuntamiento de la ciudad instalará 12 nuevos dispositivos que repartirá por la capital catalana a lo largo de este año.
NUEVOS RADARES EN BARCELONA
Como ya explicó Metrópoli, las cámaras se ubicarán en el entorno de escuelas e institutos barceloneses, en los distritos del Eixample (Colegio Lestonnac, Escolàpies Llúria, Dominiques Barcelona, Escuela Xirinaxs, Escuela Entença y Colegio Sant Miquel); Sant Martí (Instituto Moisès Broggi, Escuela Mirelletes, Escuela Antoni Balmanya, Escuela Dovella); Sarrià-Sant Gervasi (Escuela Poeta Foix, Escuela Pia Balmes, Jesuïtes Sant Gervasi); Les Corts (Escuela Anglesola y Escuela Ítaca); y Horta-Guinardó (Escuela de les Aigües).
La totalidad de los nuevos radares se instalará en zonas 30 por su cercanía a los centros escolares. Para ello, el consistorio barcelonés desembolsará medio millón de euros, coste aproximado de un plan que prevé tener los dispositivos listos a mediados de año.
RADARES DE TRAMO
Según ha confirmado el RACC a RAC1, actualmente hay tres radares de tramo instalados en la capital catalana pero solo uno pone multas. El de Ronda de Dalt --entre la plaza Karl Marc y el Nus de la Trinitat sentido Besòs-- está activo desde 2017; el de la Ronda del Mig --entre la Diagonal y la plaza Cerdà, en el túnel de Badal, en ambos sentidos-- instalado desde hace medio año pero no hay indicios de que esté sancionando ya a los conductores; y el Túnel de la Rovira, en ambos sentidos --instalado desde verano de 2021 pero tampoco hay indicios de que esté multando a los conductores--.
Además, el consistorio tiene previsto instalar dos nuevos radares de tramo: uno en el túnel de Glòries y otro en la ronda Litoral --entre Miramar y la Barceloneta--.
SANCIONES
De hecho, esta semana el RACC ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona que instale nuevos radares fijos únicamente en entornos escolares y túneles. En un comunicado, el Real Automóvil Club de Cataluña ha dicho que considera "excesiva" esta decisión, dada la caída del número de víctimas y heridos graves en accidentes de tráficos en la última década en la capital, pasando de 304 en 2010 a 155 en 2020. También destaca la tendencia claramente descendiente --al margen de la pandemia-- por lo que asegura que instalar ocho veces más radares de los que ya hay es una medida "injustificada" desde el punto de vista de la seguridad vial.
La entidad señala que solo tienen sentido 16 de los radares, y que el resto tienen un objetivo más bien cívico. Para el RACC, si se trata de ir mejorando los comportamientos de la ciudadanía "sería lógico ser tan flexibles como hasta ahora se ha sido" con el comportamiento de los usuarios de bicicletas y patinetes, a quienes no se sancionaba hasta hace poco. Además, destaca que el consistorio ya dispone de radares móviles que pueden realizar la misma función cuando convenga y en los puntos donde sea realmente necesario.