La calle de Pi i Margall sufrirá una transformación urbanística radical. Los trabajos, cuya previsión de inicio es el próximo mes de junio con una duración de 17 meses, convertirán esta vía en un eje verde que seguirá el modelo 'Superilla Barcelona'.
El principal perjudicado de esta modificación será, una vez más, el vehículo privado. Los carriles actuales de circulación desaparecerán para dejar paso a dos carriles bus, uno de ellos compartido con bicicletas, y el acceso único de coches pertenecientes a residentes a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
La reforma también suprimirá numerosos aparcamientos existentes en la calle, una preocupación para los vecinos del Camp d'en Grassot. Pi i Margall es una arteria del barrio en la que muchos residentes estacionan diariamente, pero los trabajos de conversión de la vía suprimirán estas plazas sin ofrecer ninguna alternativa.
PÉRDIDA DE ESTACIONAMIENTO
Josep Serra, presidente de la Asociación de Vecinos del Camp d'en Grassot, explica que el colectivo vecinal aprueba una pacificación del tráfico, pero siempre y cuando esta medida se acompañe de soluciones para los residentes que se ven afectados por la reforma.
El líder vecinal recuerda que la calle de Pi i Margall es una "arteria importante" del barrio con centenares de estacionamientos que desaparecerán tras la transformación de la vía, y recuerda la importancia del aparcamiento que ofrece actualmente. "Mucha gente se ha ido a vivir fuera en los últimos años y trabajan en Barcelona. ¿Con qué transporte público vendrán?", cuestiona.
PARKING MUNICIPAL
Para solventar esta situación, el colectivo vecinal reclama el estudio de un parking subterráneo municipal que dé respuesta a la demanda de plazas de estacionamiento tras la reconversión de Pi i Margall, una petición que el consistorio lleva años desoyendo. "Pedimos que se haga un estudio para ver cómo se podría hacer el parking, pero el Ayuntamiento no lo ha hecho. Muchos vecinos nos lo pidieron, es un tema que nos preocupa", reconoce Serra.
El portavoz de la asociación apunta que la iniciativa pasaría por crear un estacionamiento que sea "propiedad del Ayuntamiento", con plazas de concesión administrativa "por 50 o 75 años", y que disponga de "conexiones eléctricas".
Serra explica que, pese al paso subterráneo del metro, podría estudiarse la posibilidad de hacer "un parking a desnivel o de una planta", por lo que insiste en la necesidad de con informes que valoren esa posibilidad.
SIN COMUNICACIÓN
El colectivo vecinal lamenta la falta de comunicación del Ayuntamiento. La única información de la que disponen los residentes es la que presentó el pasado año, ya elaborada y sin facilitar un consenso para posibles modificaciones.
El presidente de la asociación remarca la necesidad del estacionamiento para "evitar echar a más vecinos del barrio", y recuerda que el Camp d'en Grassot es el barrio de Gràcia que cuenta con "más personas mayores de 65 años" después de que determinadas medidas municipales hayan "expulsado a la gente joven".
La calle de Pi i Margall, que conecta la plaza d'en Joanic con la Ronda del Guinardó, es una vía principal de este barrio en la que, según datos municipales, la reducción de la calzada tras la transformación será superior al 30%, pasando de los 15.337 metros cuadrados actuales a 7.407 metros cuadrados después de la reforma.