A veces la realidad supera la ficción. La misma semana en que ha abierto el túnel de Glòries en sentido Llobregat, con colas kilométricas a diario por la reducción de carriles de entrada a la ciudad, el Ayuntamiento cerrará esta noche, entre las 23.00 y las 05.30 horas, la circulación en sentido Besòs para llevar a cabo trabajos de "mantenimiento".

Anuncio del cierre del túnel de Glòries por mantenimiento / TWITTER MOBILITAT

Sin dar ninguna explicación, el Ayuntamiento ha anunciado esta tarde a través de Twitter que cierra el tráfico en sentido Besòs durante seis horas y media. La clausura "por mantenimiento" tiene lugar cinco meses después del estreno del túnel, que abrió el 6 de noviembre. Con posteridad, fuentes municipales han precisado que se trata de una tarea "habitual y programada". En concreto, se ejecuta una limpieza de los hastiales.

COLAS KILOMÉTRICAS

Cuando el túnel de Glòries se puso en funcionamiento en noviembre no se registraron tantos problemas de retenciones como ahora. Ha sido este lunes, en el primer día laborable con el tráfico abierto en sentido al centro de la ciudad, que la entrada por la infraestructura se ha colapsado. El resultado: colas kilométricas hasta fuera del término municipal de Barcelona, más contaminación con los coches parando y arrancando, el doble de tiempo en hacer el recorrido habitual. Y, lo que es peor, cero autocrítica municipal. En la Gran Via, en el entorno de Glòries, se ha vetado la circulación en superficie salvo para vecinos, acceso a parkings y servicios de emergencias, entre otros.

Los dos carriles de entrada a Barcelona por el túnel de Glòries, a la altura de la calle de Bilbao, colapsados / METRÓPOLI -JORDI SUBIRANA

El estreno del túnel de Glòries se produjo después de casi siete años de obras y 11 desde el encargo del proyecto constructivo (con Jordi Hereu al frente de la ciudad). En abril 2017, con Ada Colau en el Ayuntamiento, el consejo de administración de BIMSA (Barcelona de Infraestructuras Municipales) rescindió el contrato con la UTE encargada de las obras por sobrecostes y retrasos. Antes de finalizar la remodelación, el Ayuntamiento estimaba que el coste total rondaría los 192 millones.

UN MILLÓN DE HORAS DE TRABAJO

El proyecto se paralizó durante cerca de un año y se volvió a adjudicar en cinco lotes distintos, con el objetivo de que el proyecto no recayera en manos de una única empresa. Las obras se retomaron en marzo de 2018. Tenían que haber acabado durante el primer trimestre de 2021, pero se paralizaron durante tres meses por el confinamiento del coronavirus durante la primera ola de la pandemia. La construcción del túnel ha beneficiado directamente a 22 empresas relevantes que han empleado más de un millón de horas de trabajo, según las estimaciones municipales [ver aquí la nota de prensa].

UN RADAR CONTROLARÁ LA VELOCIDAD

El nuevo túnel, por el que pasan a diario unos 78.000 vehículos, tiene cerca un kilómetro de longitud -957 metros y 1.157 si se tienen en cuenta las rampas de acceso-, y una boca independiente de circulación para cada uno de los sentidos del tráfico, entre la calles de Padilla y la rambla del Poblenou. La velocidad en el túnel está limitada a 50 km/h. El Ayuntamiento tiene previsto que un radar de tramo -para todo el recorrido- controle la circulación de los vehículos en los dos sentidos. El radar estará operativo desde el mes de mayo, pero no se empezará a multar hasta agosto.

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