El PP de Barcelona ha asegurado este viernes que la propuesta de un peaje urbano, formulada por entidades ecologistas y vecinales y defendida por la alcaldesa Ada Colau, supondría un "suicidio económico" para la capital catalana.
La formación popular ha apuntado que no se puede proponer un peaje sin que haya alternativas reales para la transición del vehículo privado al transporte público para poder llegar a la ciudad, y ha reclamado que el gobierno municipal plantee medidas para este cambio.
"PEAJE DE FACTO"
El edil popular, Óscar Ramírez, ha señalado que el gobierno municipal ya ha impuesto "un peaje de facto porque cuando las personas llegan a Barcelona están obligadas a dejar el coche en los aparcamientos de pago o en zonas verde y azul".
El concejal del PP, Josep Bou, ha subrayado que cerca del 30% de la facturación del comercio de la ciudad proviene de clientes de fuera de la ciudad, por lo que la implantación de un peaje sería muy negativo por su impacto económico.
"La presión fiscal que sufre la ciudadanía de Barcelona y del área metropolitana es insoportable" ha remarcado Bou, quien ha denunciado que los impuestos "están matando al comercio de la ciudad".