La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) continúa con sus sanciones a los conductores barceloneses. El revés del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que tumbó la medida por la falta de informes determinantes que avalen algunas restricciones, no ha paralizado los planes de un Ayuntamiento que ha respondido incrementando la inversión en su control.
La capital catalana cuenta con una red de cámaras equipadas con la última tecnología, que son capaces de captar la matrícula a los vehículos que tienen el acceso restringido incluso en condiciones climatológicas adversas y con escasa iluminación. Este sistema ha provocado numerosas quejas tras multar, incluso, a vehículos que no se encontraban en circulación.
CÁMARAS
La red de cámaras que controla la ZBE está distribuida por diversos puntos de la capital catalana, como sus accesos y salidas, calles céntricas y vías rápidas. Concretamente, las cámaras se ubican en la avenida de la Meridiana (números 605 y 694, seis cámaras), Gran Via (186 y 181, cuatro cámaras), Via Augusta (323 y 324, tres cámaras), avenida de la Diagonal (687 y 712-716, cinco cámaras), avenida de Pedralbes (número 51, dos cámaras), paseo de Fabra i Puig (181 y 222-224, dos cámaras), Gran Via (794 y 747-749, cuatro cámaras), Diagonal (203 y 242, dos cámaras), Numància (47, dos cámaras), Berlín (26-34, dos cámaras), paseo de Josep Carner (27, dos cámaras), avenida del Paral·lel (número 2, una cámara), ronda de General Mitre (82-84 y 93, dos cámaras) y Ganduxer (88 y 90, dos cámaras).
Los dispositivos también se encuentran en la plaza del Taxi (número, 1, una cámara), paseo de Maragall (54, una cámara), Aragó (185, tres cámaras), Gran Via (601 y 622-626, tres cámaras), Gran de Gràcia (249-241, una cámara), avenida de la Riera de Cassoles (67-69, una cámara), Marina (número 201, tres cámaras), Paral·lel (184 y 185, tres cámaras), Via Laietana (41 y 46, dos cámaras), Navas de Tolosa (355-359, una cámara), Concepció Arenal (1-3, una cámara), Sant Antoni Maria Claret (412-414, una cámara), paseo de Vall d'Hebron (119 y 160, cuatro cámaras) y paseo de Vall d'Hebron con Granja Vella (dos cámaras).
A todas estas localizaciones, hay que añadir las situadas en los accesos de los municipios afectados restantes: Sant Adrià de Besòs, L'Hospitalet, Cornellà y Esplugues de Llobregat. Otras localidades metropolitanas como Sant Cugat del Vallès, Badalona y Sant Joan Despí que no forman parte del ámbito de la ZBE cuentan con alguna vía restringida en la que se limita el paso a vehículos sin distintivo. En el caso de Sant Just Desvern, dos calles permiten tan solo el paso a vehículos sin emisiones. Son calle del Raval de la Creu se ve totalmente afectada por esta medida y también la calle de la Bonavista, en este caso de forma parcial.
EXTENSIÓN DE LA ZBE
Muchos de los municipios de la primera corona del área metropolitana, como Viladecans, Sant Boi y El Prat de Llobregat, dispondrán de su propia ZBE antes de que acabe el año.
La implementación de las restricciones en estas ciudades responde a exigencias europeas refrendadas por el Consejo Metropolitano del AMB y reforzadas por una legislación nacional. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en mayo del pasado año fuerza a las localidades de más de 50.000 habitantes a disponer de un área de bajas emisiones antes de 2023.
Estos mismos municipios podrán acceder a ayudas económicas para la implantación de las ZBE, que serían finalmente estarían subvencionadas por los fondos europeos Next Generation.
TRAMPA EN BARCELONA
Las cámaras sancionadoras ubicadas en la avenida Meridiana han resultado una trampa para los conductores, como denunció este medio. En el número 605, nada más pasar bajo el Puente de Sarajevo, se ubican cámaras lectoras de matrículas que detectan a los vehículos sin adhesivo ambiental para su posterior sanción. Se trata de un lugar de paso inevitable para quienes se dirigen hacia las rondas.
Pasado este punto, y en función de si el conductor busca la ronda de Dalt o la ronda Litoral, debe hacer diferentes trayectorias. En el primer caso, el conductor tiene que girar a la derecha por la calle de Platja d'Aro para, posteriormente, hacer lo propio a la izquierda en la calle de S'Agaró y enlazar con la vía Favència. Llegado a este punto, tiene que realizar un recorrido en línea recta hasta alcanzar la entrada 2 de la ronda de Dalt. Durante todo este tramo, puede ser multado por un agente de la Guardia Urbana. En el caso de la ronda Litoral, el conductor se ve obligado a recorrer unos metros más por la avenida Meridiana hasta tomar un desvío hacia vía Favència, donde asume el riesgo de sanción, para desembocar en la ronda de Dalt y desviarse hacia la ronda Litoral.
En el recorrido a la inversa se da una situación similar. Para pasar de la ronda de Dalt a la C-17 es necesario recorrer tramos del paseo de Santa Coloma, paseo de Torras i Bages, vía Favència y la avenida Meridiana. Tanto vía Favència como la avenida Meridiana también se deben transitar para cambiar de ronda Litoral a C-17. En el número 694 de la última vía, que forma parte del recorrido, también hay cámaras de ZBE.
REFUERZO DE LA ORDENANZA
A falta del pronunciamiento del Tribunal Supremo, el gobierno municipal está preparando una ordenanza que blinde la ZBE. Para dar una apariencia de transparencia, el Ayuntamiento está llevando a cabo un proceso participativo mediante la plataforma Decidim Barcelona, que ha contado con dos sesiones de debate.
En recientes declaraciones a Metrópoli, la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (PARC) tachó este procedimiento de "paripé de cara a la justicia" y recordó que la ordenanza "no puede ser modificada hasta que no se acabe el proceso judicial" vigente.