A lo largo de los últimos días se ha convertido en una estampa habitual encontrar vehículos aparcados en zonas donde el estacionamiento no está autorizado. Lugares como el paseo de Sant Joan en Barcelona se llenaron, el pasado 26 de diciembre, de decenas de coches aparcados en medio de la rambla barcelonesa, una situación de la que este medio ya se hizo eco.
No obstante, se trata de una práctica habitual en la capital catalana que coincide con festividades y celebraciones concretas. La misma situación que trascendió el pasado lunes también se había repetido durante las jornadas del 24 y 25, coincidiendo con Nochebuena y Navidad. Tampoco se trata de una excepción barcelonesa, sino que el mismo suceso se dio en varias de las localidades aledañas, como Badalona, L'Hospitalet o Sant Adrià de Besòs, según ha podido constatar este medio. Coches aparcan de manera ajena a las normativas municipales en plazas, parques y aceras de las calles.
Además, se trata de una práctica que, previsiblemente, se volverá a producir durante los próximos festivos y fechas señaladas, como ha sucedido en la noche del 31 de diciembre y el día 1 y el próximo 6 de enero.
UNA INFRACCIÓN "NECESARIA"
Multitud de usuarios en redes sociales aseguran que cometer esta infracción es necesaria por estas fechas para poder estacionarse en las ciudades y asistir a las reuniones familiares, tan propias del periodo navideño. "O pasa esto o miles de abuelos se quedan solos por Navidad", comenta un usuario a este medio. Otras personas insisten en que es una práctica que se lleva realizando "desde que tienen uso de razón" e insisten en que "ocurre cada año".
Pese a ser una infracción en toda regla, comentan que es la única manera de que aquellos que viven fuera de la capital catalana puedan venir a visitar a sus allegados en estas fechas o bien llevar de vuelta a sus casas a los más mayores una vez terminadas las reuniones familiares. Tampoco faltan observaciones que destacan que el transporte público no es lo suficientemente eficaz para suplir el papel del coche durante estas fiestas y condenan que, cada vez más, utilizar el vehículo en la capital catalana se haya convertido en un privilegio para aquellos que tienen plaza de parking. Todas las opiniones concuerdan en que es raro que los cuerpos municipales sancionen a los vehículos.
SIN EXCEPCIONES
En respuesta a las preguntas formuladas por Metrópoli, el Ayuntamiento de Barcelona ha recordado que no hay excepciones ni tolerancia con esta serie de prácticas. Aseguran que no existe protocolo especial para estas fechas e insisten en que todo vehículo estacionado en un lugar inadecuado será sancionado si es visto por un agente de la Guardia Urbana. Por otro lado, no se establecen registros específicos de las multas por aparcamiento durante estos días. Los datos, a pesar de la excepcionalidad del momento, integran las cifras de sanciones semestrales.
En esta línea, señalan que los agentes estarían incurriendo en un acto de prevaricación de no multar, por lo que no es posible hacer la vista gorda bajo ningún concepto. Aparcar fuera de lugar, argumenta, entraña varios riesgos. Uno de ellos es el de impedir el paso a los vehículos de emergencia. Otro, entre tantos, implica que puede obligar a los peatones tener que bajar a la calzada y transitar por ella, lo que puede ocasionar accidentes.
Con todo, hay varias zonas en Barcelona que durante estos días se ven ocupadas por los coches causando distintas opiniones entre los vecinos afectados, que se dividen entre aquellos a favor de tolerar la situación por la excepcionalidad del momento y aquellos que mantienen que hay que acatar la normativa. Por el otro, el consistorio niega que se haga una vista gorda y que las patrullas, cuando detectan la infracción, sancionan a los conductores. "Otra cosa es que no lo vean", reflexionan. Debido a la popularidad de la práctica, cabe preguntarse si se trata de una falta de efectivos de la Guardia Urbana para sancionar a todos los infractores o bien de una ceguera selectiva por parte de los agentes.
Las multas por aparcamiento en Barcelona pueden ascender hasta los 200 euros en función de la gravedad de la infracción. Además, los infractores corren el riesgo de que la grúa se les lleve el coche. Otro de los lugares donde esta práctica es tradicionalmente habitual es en las inmediaciones del Camp Nou cuando hay partidos del F.C Barcelona. También en este caso, la administración pública señala que las patrullas se encargan de sancionar regularmente y encargarse de que se remolquen los vehículos.