El RACC, indignado con el 'fracaso' de las políticas en materia de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona. El presidente de la institución, Josep Mateu, ha considerado que el incremento del transporte metropolitano ha sido insuficiente durante el último mandato. Además, insisten en que ese es el único camino efectivo para reducir el tráfico a motor de la capital catalana.

Así lo ha asegurado en un acto público este miércoles en la Pedrera, en el que ha analizado que la red de carriles bici ha crecido unos 70 km, que ha aumentado en unos 200 km los carriles de velocidad limitada a 30 km/h y que, sin embargo, el uso del transporte público ha descendido un 10% a causa de la pandemia. Por otra parte, el tráfico de vehículos privados ha descendido solo un 4%.

A ello se le suman que hay más de 20 obras activas en la capital catalana que afectan a varias arterias de la ciudad, lo que obliga a reconducir la circulación y, por ende, se sobrecargan otras calles. Tal es el caso de macroproyectos como la 'superilla' del Eixample. Estos trabajo urbanísticos se prolongarán en la urbe hasta el año 2030.

"En los centros de las ciudades europeas, los coches están desapareciendo poco a poco", ha reflexionado Mateu, que añade que esta realidad afectará también a Barcelona, pero cree que "hay que acompañar a la gente" a la hora de hacer este cambio. "Una persona que antes venía en coche ahora usa tres transportes, quizás coche, tren y bici", ha sentenciado. "No estamos de acuerdo con bloquear la circulación sin dar alternativas", ha concluido.

Y es que "el 80% del tráfico en el Eixample viene de fuera la ciudad: a esta gente no se le han dado alternativas y la ciudad no pertenece solo a los residentes". "La superilla será muy buena solución para los que viven en esas calles pero no por los del alrededor. Por ejemplo, la calle València recibirá 20.000 coches más", ha calculado.

IMPULSO DEFICIENTE

Otra de las grandes críticas se orienta a la potenciación del transporte público. Mateu considera que desde el Ayuntamiento se ha impulsado muy poco el uso de medios alternativos de transporte. En contraposición, propone que se lleve a cabo una alianza entre Estado, Generalitat, Área Metropolitana y el consistorio barcelonés para lograr que, para 2030, el transporte público cubra el 30% de los desplazamientos en un día laboral.

Ricard Casalins, Responsable de Proyectos de Movilidad del RACC, junto a Josep Mateu, presidente del RACC / METRÓPOLI - RP

Finalmente, ha recomendado que todos los planes y actuaciones se acompañen de una "red potente de aparcamientos en las estaciones de tren para captar nuevos usuarios”. Si bien reconoce el mérito de iniciativas como el plan de park&ride de la Generalitat, considera que hay que acelerar el prooceso con más medidas concretas y presupuestadas pues, según las previsiones actuales, no se comenzarán a notar los efectos hasta 2025.

Respecto a motoristas y ciclistas, ha incidido en que hay que potenciar la seguridad de estos últimos, pues el 65% de aquellos que deciden pedalear para realizar sus trayectos se sienten inseguros. Para los motoristas, recomienda un plan para frenar los altos índices de siniestralidad, así como ayudar para incentivar la compra de vehículos eléctricos. 

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